Jugando a las cuatro esquinas fuimos creciendo
y un día te ves enfrente de un toro negro.
Señales te han anunciado que acaba el juego
el niño que fuiste un día agita el pañuelo.
Jugando a las cuatro esquinas fuimos creciendo.
Buscando en los arrabales de la memoria
no tuve intenciones nunca de hacer historia.
Me importa hacer el camino y saber que puedo
ser dueño de lo que opino y de lo que tengo,
saber que alguien va a llorarme si un día me muero.
Quién fuera espuma de plata
quién,
relámpago en madrugada
quién,
el gallo que anuncia el alba
o nada.
No sé si hay reloj de arena pero sospecho
que alguien trae unas tijeras y corta el tiempo
y allá junto al limonero quedará el eco
no de las grandes palabras sino de un gesto:
un corte de manga a todos y a mí el primero.
y un día te ves enfrente de un toro negro.
Señales te han anunciado que acaba el juego
el niño que fuiste un día agita el pañuelo.
Jugando a las cuatro esquinas fuimos creciendo.
Buscando en los arrabales de la memoria
no tuve intenciones nunca de hacer historia.
Me importa hacer el camino y saber que puedo
ser dueño de lo que opino y de lo que tengo,
saber que alguien va a llorarme si un día me muero.
Quién fuera espuma de plata
quién,
relámpago en madrugada
quién,
el gallo que anuncia el alba
o nada.
No sé si hay reloj de arena pero sospecho
que alguien trae unas tijeras y corta el tiempo
y allá junto al limonero quedará el eco
no de las grandes palabras sino de un gesto:
un corte de manga a todos y a mí el primero.