Como peregrinos
dejando jirones de nuestra vida por los caminos,
haciendo lo mismo que otros han hecho durante siglos,
para que te quieran y que tú sepas te han querido.
Todos mis sueños de niño
tengo de sobra c**plidos...
Alzar el telón es como encontrarse frente al abismo,
como desnudarse delante de unos que están vestidos
Déjenme decirles
que no siempre es oro lo que aparentemente reluce,
crees tocar el cielo, soñar que vives en una nube,
y no hay un manual donde te lo expliquen ni porqué ocurre...
Nadie adivina el futuro
hasta que está amortizado...
Aunque alguien te digta "yo lo sabía, estaba cantado",
siempre hay adivinos que te adivinan lo que ha pasado.
Sin remordimientos,
todo lo mejor, todo lo peor se lo lleva el viento,
todas las hogueras que han de quemarte ya están ardiendo
y siempre se vuelve una vez tras otra a empezar de cero...
No pasa el agua dos veces
debajo del mismo puente,
no conozco a nadie que haya pisado los escenarios,
y que no haya dicho nadie me quita lo que he bailado.
Como peregrinos
dejando jirones de nuestra vida por los caminos,
haciendo lo mismo que otros han hecho durante siglos,
para que te quieran y que tú sepas te han querido
dejando jirones de nuestra vida por los caminos,
haciendo lo mismo que otros han hecho durante siglos,
para que te quieran y que tú sepas te han querido.
Todos mis sueños de niño
tengo de sobra c**plidos...
Alzar el telón es como encontrarse frente al abismo,
como desnudarse delante de unos que están vestidos
Déjenme decirles
que no siempre es oro lo que aparentemente reluce,
crees tocar el cielo, soñar que vives en una nube,
y no hay un manual donde te lo expliquen ni porqué ocurre...
Nadie adivina el futuro
hasta que está amortizado...
Aunque alguien te digta "yo lo sabía, estaba cantado",
siempre hay adivinos que te adivinan lo que ha pasado.
Sin remordimientos,
todo lo mejor, todo lo peor se lo lleva el viento,
todas las hogueras que han de quemarte ya están ardiendo
y siempre se vuelve una vez tras otra a empezar de cero...
No pasa el agua dos veces
debajo del mismo puente,
no conozco a nadie que haya pisado los escenarios,
y que no haya dicho nadie me quita lo que he bailado.
Como peregrinos
dejando jirones de nuestra vida por los caminos,
haciendo lo mismo que otros han hecho durante siglos,
para que te quieran y que tú sepas te han querido