Por fin de mis brazos te alejas
Por fin terminamos como yo temía
Pero no hay rencores, no hay llantos ni hay quejas
Si acaso es tu pena mayor que la mía.
Yo sé que en mi pecho tu amor siempre late
Yo sé que con eso que llaman deber
Como eres cobarde te asusta el combate
Y el mundo te enlaza por otra mujer.
Y si la farsa de la vida y la comedia y el poder
Y la aventura convenida llegas por fin a aborrecer
Y si tu alma ya vencida que nadie sienta amor por ti
Acuérdate, acuérdate de mí.
Por ser tú más débil que el cándido niño
Los dos para siempre perdimos la calma
Tú vives esclava de hogar sin cariño
Yo vivo vagando mi cuerpo sin alma.
Sin fe ni esperanza, ni amor, ni creencia
Yo en mis aventuras tengo libertad
Y tú entre las redes de la conveniencia
Ni un punto eres dueña de tu voluntad.
Y si algún día vas con alguien donde aquel día te llevé
Donde después la tarde aquella por vez primera te besé
Si por feliz o mala estrella, vuelves de nuevo por allí
Acuérdate, acuérdate de mí).
Por fin terminamos como yo temía
Pero no hay rencores, no hay llantos ni hay quejas
Si acaso es tu pena mayor que la mía.
Yo sé que en mi pecho tu amor siempre late
Yo sé que con eso que llaman deber
Como eres cobarde te asusta el combate
Y el mundo te enlaza por otra mujer.
Y si la farsa de la vida y la comedia y el poder
Y la aventura convenida llegas por fin a aborrecer
Y si tu alma ya vencida que nadie sienta amor por ti
Acuérdate, acuérdate de mí.
Por ser tú más débil que el cándido niño
Los dos para siempre perdimos la calma
Tú vives esclava de hogar sin cariño
Yo vivo vagando mi cuerpo sin alma.
Sin fe ni esperanza, ni amor, ni creencia
Yo en mis aventuras tengo libertad
Y tú entre las redes de la conveniencia
Ni un punto eres dueña de tu voluntad.
Y si algún día vas con alguien donde aquel día te llevé
Donde después la tarde aquella por vez primera te besé
Si por feliz o mala estrella, vuelves de nuevo por allí
Acuérdate, acuérdate de mí).