Detenerse a escuchar,
debería ser igual,
que aprender a volar,
no dejar de soñar;
Dar a luz una canción,
transformarse en emoción,
en esencia, en pasión
en dolor y en corazón;
Y mi modo de pensar,
de vivir y continuar,
de esperar de mirar,
de escucharte llegar;
El querer cosechar
sin sembrar ni trabajar,
sin sudar ni sangrar,
sin llorar ni suplicar;
Sólo sé, me marché, y en canción volveré,
y en tus ojos, viviré y en el sol esperaré,
y en el mar me sentaré, con el viento cantaré.
Detenerse a escuchar,
debería ser igual,
que aprender a volar,
no dejar de soñar;
Dar a luz una canción,
transformarse en emoción,
en esencia, en pasión
en dolor y en corazón;
Sólo sé, me marché, y en canción volveré,
y en tus ojos, viviré y en el sol esperaré,
y en el mar me sentaré, con el viento cantaré.
debería ser igual,
que aprender a volar,
no dejar de soñar;
Dar a luz una canción,
transformarse en emoción,
en esencia, en pasión
en dolor y en corazón;
Y mi modo de pensar,
de vivir y continuar,
de esperar de mirar,
de escucharte llegar;
El querer cosechar
sin sembrar ni trabajar,
sin sudar ni sangrar,
sin llorar ni suplicar;
Sólo sé, me marché, y en canción volveré,
y en tus ojos, viviré y en el sol esperaré,
y en el mar me sentaré, con el viento cantaré.
Detenerse a escuchar,
debería ser igual,
que aprender a volar,
no dejar de soñar;
Dar a luz una canción,
transformarse en emoción,
en esencia, en pasión
en dolor y en corazón;
Sólo sé, me marché, y en canción volveré,
y en tus ojos, viviré y en el sol esperaré,
y en el mar me sentaré, con el viento cantaré.