Por que la vida es una patada en la boca en ocasiones,
¿Quién no se equivoca? pena es la broca de corazones,
Ajena a las condiciones de estilo de cada uno,
Improvisar es caminar al filo de lo inoportuno,
Salir de lo monótono es preciso,
Haciendo omiso caso al icono de nuestro aviso,
La muerte nos visita sin permiso,
Y no hay prisa, una pausa concisa, mi paraíso,
Poco más soy, alma de b-boy sencillo,
Con la calma de un sabio y un agujero en el bolsillo,
Me llevo la palma y disimulo,
Pulo al detalle mi letra, ese es mi castillo,
Heridas abiertas como las puertas de tu amor,
Pero no me conviertas jamás esclavo a tu favor,
Y seguiré sin dolor, guiado por un sentimiento frívolo,
Vividor, de flor en flor cual gigoló,
Pues allá donde hay dinero la ilusión voló primero,
Más tarde por el mismo sendero el sentido
Confundido le siguió, y no existe fiel escudero
Ni un pero que eclipse el cielo de este caballero del sol.
Dile a mi subconsciente que vuelva a ser mi hada,
Sin tener que jubilar mis ganas de volar por nada,
Dile a mi consciente que vuelva a ser mi faro,
Que pueda gozar la vida sin tener que estar en paro.
Avanzo casillas y cada vez más claro,
Quien acaba mal es siempre el que pega el primer disparo,
El odio mana del desamparo,
Pero pagar con vida humana es pagar un precio muy caro,
Esquivando los palos que da la vida, por que es dura,
Y no es vergüenza pero hay quien madura a la fuerza,
Y no es mi caso, curé mí herida con sal,
Colmé el vaso con mi sangre, maduré tras un cristal,
Y sigo intacto, al menos mi estado mental,
En compacto o en directo mi lenguaje es magistral,
Por que os cuento lo que siento y no caliento,
El sentimiento se adelanta en el momento,
Y el número de lágrimas pasa la media,
¿Nostalgia? Mi álbum de fotos en color sepia,
Más bien lo que abunda es solo profunda histeria,
Por buscar y no encontrar y zozobrar en la zequia,
Contra la zarza que blinda a un amor platónico,
Un amor que suele ser la guinda aunque ya suene irónico,
Lo que hace linda esta existencia a veces primordial,
Alguien a quien no haré mal, aunque me quede afónico,
Por que soy humano, pero se lo que me afecta,
Se que el amor es droga y el cristianismo secta,
Aunque ya saben que ninguna es perfecta,
Y hablo como persona en nombre de mi colecta,
Mi crew selecta, el abandono me puede afectar,
Me pueden pisar, y me quieren sisar el néctar.
Dile al lado oscuro que me olvide,
Lo que se da no se pide y la experiencia no se mide.
Dile a mi corazón que no sufra más por ella,
Que lo mío no es un don, que solo vine a dejar huella,
Dile a todo el mundo que me sudan sus vaciles,
Que la vida es un segundo, que ese es mi talón de Aquiles.
Imagina, cede libertad a nuestra doctrina,
¿De dónde procede la luz que nos ilumina?
Y que más da si no hay nada más tras esta cortina
De humo que nos contamina,
Tras bambalinas, imaginas bañarte en aguas salinas,
Y estas en la piscina del cemento que no fragua,
¿Adivinas? la serpiente aguarda en cada esquina,
Lo siento por ti pero ahí la causa que os elimina,
Y si, sigo tras un cristal de vidrio, insisto,
No es un don es pasión por la proporción y el equilibrio,
Otra visión del libro que describe este planeta,
Con tranquilidad, serenidad, mentalidad inquieta,
Ni la mitad de lo que eres conoces tú mismo,
Añadiendo sobredosis de egocentrismo,
Si no has vivido lo que has escrito no hay mensaje,
Yo solo cito una forma de ver mi paisaje,
Y lo firmo: Santiago Villar Marhuenda,
Y confirmo, ajeno a lo que se aprenda,
Mi ciudad no es estupenda, pero se puede estar,
Sin molestar, para quien lo entienda;
Quede patente, lo que oyes es presente,
Aunque halla algo por ahí que dejé pendiente,
¿Y mi gente? Liándola como siempre,
Entre dientes esto es lo que suena en San Vicente.
¿Quién no se equivoca? pena es la broca de corazones,
Ajena a las condiciones de estilo de cada uno,
Improvisar es caminar al filo de lo inoportuno,
Salir de lo monótono es preciso,
Haciendo omiso caso al icono de nuestro aviso,
La muerte nos visita sin permiso,
Y no hay prisa, una pausa concisa, mi paraíso,
Poco más soy, alma de b-boy sencillo,
Con la calma de un sabio y un agujero en el bolsillo,
Me llevo la palma y disimulo,
Pulo al detalle mi letra, ese es mi castillo,
Heridas abiertas como las puertas de tu amor,
Pero no me conviertas jamás esclavo a tu favor,
Y seguiré sin dolor, guiado por un sentimiento frívolo,
Vividor, de flor en flor cual gigoló,
Pues allá donde hay dinero la ilusión voló primero,
Más tarde por el mismo sendero el sentido
Confundido le siguió, y no existe fiel escudero
Ni un pero que eclipse el cielo de este caballero del sol.
Dile a mi subconsciente que vuelva a ser mi hada,
Sin tener que jubilar mis ganas de volar por nada,
Dile a mi consciente que vuelva a ser mi faro,
Que pueda gozar la vida sin tener que estar en paro.
Avanzo casillas y cada vez más claro,
Quien acaba mal es siempre el que pega el primer disparo,
El odio mana del desamparo,
Pero pagar con vida humana es pagar un precio muy caro,
Esquivando los palos que da la vida, por que es dura,
Y no es vergüenza pero hay quien madura a la fuerza,
Y no es mi caso, curé mí herida con sal,
Colmé el vaso con mi sangre, maduré tras un cristal,
Y sigo intacto, al menos mi estado mental,
En compacto o en directo mi lenguaje es magistral,
Por que os cuento lo que siento y no caliento,
El sentimiento se adelanta en el momento,
Y el número de lágrimas pasa la media,
¿Nostalgia? Mi álbum de fotos en color sepia,
Más bien lo que abunda es solo profunda histeria,
Por buscar y no encontrar y zozobrar en la zequia,
Contra la zarza que blinda a un amor platónico,
Un amor que suele ser la guinda aunque ya suene irónico,
Lo que hace linda esta existencia a veces primordial,
Alguien a quien no haré mal, aunque me quede afónico,
Por que soy humano, pero se lo que me afecta,
Se que el amor es droga y el cristianismo secta,
Aunque ya saben que ninguna es perfecta,
Y hablo como persona en nombre de mi colecta,
Mi crew selecta, el abandono me puede afectar,
Me pueden pisar, y me quieren sisar el néctar.
Dile al lado oscuro que me olvide,
Lo que se da no se pide y la experiencia no se mide.
Dile a mi corazón que no sufra más por ella,
Que lo mío no es un don, que solo vine a dejar huella,
Dile a todo el mundo que me sudan sus vaciles,
Que la vida es un segundo, que ese es mi talón de Aquiles.
Imagina, cede libertad a nuestra doctrina,
¿De dónde procede la luz que nos ilumina?
Y que más da si no hay nada más tras esta cortina
De humo que nos contamina,
Tras bambalinas, imaginas bañarte en aguas salinas,
Y estas en la piscina del cemento que no fragua,
¿Adivinas? la serpiente aguarda en cada esquina,
Lo siento por ti pero ahí la causa que os elimina,
Y si, sigo tras un cristal de vidrio, insisto,
No es un don es pasión por la proporción y el equilibrio,
Otra visión del libro que describe este planeta,
Con tranquilidad, serenidad, mentalidad inquieta,
Ni la mitad de lo que eres conoces tú mismo,
Añadiendo sobredosis de egocentrismo,
Si no has vivido lo que has escrito no hay mensaje,
Yo solo cito una forma de ver mi paisaje,
Y lo firmo: Santiago Villar Marhuenda,
Y confirmo, ajeno a lo que se aprenda,
Mi ciudad no es estupenda, pero se puede estar,
Sin molestar, para quien lo entienda;
Quede patente, lo que oyes es presente,
Aunque halla algo por ahí que dejé pendiente,
¿Y mi gente? Liándola como siempre,
Entre dientes esto es lo que suena en San Vicente.