Hoy mis ojos se van en el polvo del fondo
de un río que va a todo correr,
como si el amor, como todo en mí,
no fuera a pasar.
¡Que distracción!
Mi guitarra que está tras la vieja ventana
de palidecer, ve un pedazo de luz
y aleteando está desde su prisión.
Casi se me va.
¡Que distracción!
Qué distancia, mi amor, de mí a la vida,
que cansada canción me llama, vencida.
Soy un viejo que duerme entre sus losas,
soy un niño que sueña tantas cosas.
Qué distancia, mi amor,
qué distraído estoy
por creer, por buscar.
Así soy.
En la espuma que está desnudando la playa,
fundiéndose al mar, se desliza una flor
que era para mí.
Me la arrebato el viento y la sal
¡Que distracción!
En la espuma que está desnudando la playa,
fundiéndose al mar, se desliza una flor
que era para mí.
Me la arrebato el viento y la sal
¡Que distracción!
Qué lamentable distracción,
qué irreparable distracción,
qué imperdonable distracción,
qué distraído estoy.
de un río que va a todo correr,
como si el amor, como todo en mí,
no fuera a pasar.
¡Que distracción!
Mi guitarra que está tras la vieja ventana
de palidecer, ve un pedazo de luz
y aleteando está desde su prisión.
Casi se me va.
¡Que distracción!
Qué distancia, mi amor, de mí a la vida,
que cansada canción me llama, vencida.
Soy un viejo que duerme entre sus losas,
soy un niño que sueña tantas cosas.
Qué distancia, mi amor,
qué distraído estoy
por creer, por buscar.
Así soy.
En la espuma que está desnudando la playa,
fundiéndose al mar, se desliza una flor
que era para mí.
Me la arrebato el viento y la sal
¡Que distracción!
En la espuma que está desnudando la playa,
fundiéndose al mar, se desliza una flor
que era para mí.
Me la arrebato el viento y la sal
¡Que distracción!
Qué lamentable distracción,
qué irreparable distracción,
qué imperdonable distracción,
qué distraído estoy.