No voy a negarte que has marcado estilo
que has patentado un modo de andar.
Sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta empírica ciudad.
Sabías hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón.
Tú que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón,
buscando en la basura un gramo de locura
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no hay ya quien lo motive
que has perdido siete kilos en un mes.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas.
No es asunto tuyo, me dirás, y punto
pero reconoce que es duro aceptar
que es ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar.
Y búscate la vida, en dirección prohibida
pero no impedirás que levante mi copa
a tu mala salud y te invite a brindar.
Muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar.
Así que tú ni caso, por no agobiar de paso
de hacerte la cuenta de las papelinas
de que no te fíe ni Rafa el del bar,
que te den las chapas en ciertas esquinas
de que te conozcan en cada hospital.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas...
que has patentado un modo de andar.
Sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta empírica ciudad.
Sabías hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón.
Tú que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón,
buscando en la basura un gramo de locura
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no hay ya quien lo motive
que has perdido siete kilos en un mes.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas.
No es asunto tuyo, me dirás, y punto
pero reconoce que es duro aceptar
que es ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar.
Y búscate la vida, en dirección prohibida
pero no impedirás que levante mi copa
a tu mala salud y te invite a brindar.
Muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar.
Así que tú ni caso, por no agobiar de paso
de hacerte la cuenta de las papelinas
de que no te fíe ni Rafa el del bar,
que te den las chapas en ciertas esquinas
de que te conozcan en cada hospital.
Cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida
el mejor dotado de los conductores suicidas...