Era un gran rancho electrónico
con nopales automáticos,
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón.
Era un gran pueblo magnético
con Marías ciclo trónicas,
traga fuegos supersónicos
y su campesino sideral.
Era un gran tiempo de híbridos.
Era Medusa anacrónica,
una rana con sinfónica
en la campechana mental.
Era un gran sabio rupéstrico
de un universo doméstico
Pitecántropo atómico
era, líder universal
Había frijoles poéticos
y también garbanzos matemáticos,
en los pueblos esqueléticos
con sus guías de pedernal.
Era un gran tiempo de híbridos.
De salvajes y científicos,
panzones que estaban tísicos
en la campechana mental,
en la vil penetración c**tural
en el agandalle transnacional,
en lo oportuno norteño-imperial,
en la desfachatez empresarial,
en el despiporre intelectual,
en la vulgar falta de identidad.
con nopales automáticos,
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón.
Era un gran pueblo magnético
con Marías ciclo trónicas,
traga fuegos supersónicos
y su campesino sideral.
Era un gran tiempo de híbridos.
Era Medusa anacrónica,
una rana con sinfónica
en la campechana mental.
Era un gran sabio rupéstrico
de un universo doméstico
Pitecántropo atómico
era, líder universal
Había frijoles poéticos
y también garbanzos matemáticos,
en los pueblos esqueléticos
con sus guías de pedernal.
Era un gran tiempo de híbridos.
De salvajes y científicos,
panzones que estaban tísicos
en la campechana mental,
en la vil penetración c**tural
en el agandalle transnacional,
en lo oportuno norteño-imperial,
en la desfachatez empresarial,
en el despiporre intelectual,
en la vulgar falta de identidad.