Se me puso flaco el mundo y mi lamento cayó en coma,
y mi fe se hacía bosta y cambié de religión,
y la causa de mi ausente fue tu ausencia,
y mi cargo de conciencia no me deja respirar,
y a mí la gente me pregunta qué es de la mujer aquella, y digo:
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada,
nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué.
Semejantes y lejanos, fuimos costumbre, ya era en vano,
y la salida de los sábados ya se hacía un funeral.
La costumbre de brindar por los amores y pensar en el futuro,
era un tema a no tratar, y ya el beso era obligado,
y hasta hicimos el amor pensando en.
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada,
nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué.
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué...
y mi fe se hacía bosta y cambié de religión,
y la causa de mi ausente fue tu ausencia,
y mi cargo de conciencia no me deja respirar,
y a mí la gente me pregunta qué es de la mujer aquella, y digo:
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada,
nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué.
Semejantes y lejanos, fuimos costumbre, ya era en vano,
y la salida de los sábados ya se hacía un funeral.
La costumbre de brindar por los amores y pensar en el futuro,
era un tema a no tratar, y ya el beso era obligado,
y hasta hicimos el amor pensando en.
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada,
nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué.
Nada, nada, nada, nada, nada, na na, nada, nada, nada, nada, nada.
Yo era el dueño de la nada y no supe ni por qué...