Intento resolver
el misterio
de tu adiós,
no tienes coartada,
no tienes palabra,
no tienes corazón.
Un velo de tristeza
empaña mi visión,
he sobrepasado
el umbral del dolor.
Tu ausencia es el invierno más largo que he vivido,
el lamento y los recuerdos
no se han ido.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto de la noche diariamente te alucino.
Extraño tu fragancia,
marchita desde entonces: el tiempo la secó no no no.
Mi corazón no es una flor,
irradia dolor.
Tu silencio fue la más triste conversación que haya tenido,
no sé cuánto tiempo desde entonces ha transcurrido.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
el misterio
de tu adiós,
no tienes coartada,
no tienes palabra,
no tienes corazón.
Un velo de tristeza
empaña mi visión,
he sobrepasado
el umbral del dolor.
Tu ausencia es el invierno más largo que he vivido,
el lamento y los recuerdos
no se han ido.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto de la noche diariamente te alucino.
Extraño tu fragancia,
marchita desde entonces: el tiempo la secó no no no.
Mi corazón no es una flor,
irradia dolor.
Tu silencio fue la más triste conversación que haya tenido,
no sé cuánto tiempo desde entonces ha transcurrido.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.
Levemente, cada vez que el viento sopla te respiro,
bajo el manto
de la noche diariamente te alucino.