Cuarenta cartones pintados
Con palos de ensueño, de engaño y de amor,
La vida es un mazo marcado
Baraja los naipes la mano de Dios.
Las malas que embosca la dicha
Se dieron en juego tras cada ilusión,
Y así fue robándome fichas
La carta negada de tu corazón.
¡Hagan juego!
Monte criollo, que en su emboque
Tu ternura palpité!
¡Hagan juego!
Me mandé mi resto en cope,
Y después de los tres toques
Con tu olvido me topé.
Perdí los primeros convites
Parando en carpetas de suerte y verdad,
Y luego, buscando desquite
Cien contras seguidas me dio tu maldad.
Me ofrece la espada su filo
Rencores del basto te quieren vengar,
¡Hoy juego mi carta tranquilo
Y entre oros y copas te habré de olvidar!
Los "tres toques" es ritual del juego, en el que antes de descubrir una carta deben darse tres golpes sobre el tapete
Letra : Homero Manzi (Homero Nicolás Manzione Prestera)
Música : Francisco Pracánico (Francisco Nicolás Pracánico)
Con palos de ensueño, de engaño y de amor,
La vida es un mazo marcado
Baraja los naipes la mano de Dios.
Las malas que embosca la dicha
Se dieron en juego tras cada ilusión,
Y así fue robándome fichas
La carta negada de tu corazón.
¡Hagan juego!
Monte criollo, que en su emboque
Tu ternura palpité!
¡Hagan juego!
Me mandé mi resto en cope,
Y después de los tres toques
Con tu olvido me topé.
Perdí los primeros convites
Parando en carpetas de suerte y verdad,
Y luego, buscando desquite
Cien contras seguidas me dio tu maldad.
Me ofrece la espada su filo
Rencores del basto te quieren vengar,
¡Hoy juego mi carta tranquilo
Y entre oros y copas te habré de olvidar!
Los "tres toques" es ritual del juego, en el que antes de descubrir una carta deben darse tres golpes sobre el tapete
Letra : Homero Manzi (Homero Nicolás Manzione Prestera)
Música : Francisco Pracánico (Francisco Nicolás Pracánico)