No son muchos pero Dios los puso ahí, un
poquito más cercanos, me los regaló
a mí, para hacerme comprender un poco
más el calibre del amor de mi Padre
celestial.
No son muchos, pero no los hay mejores en la
tierra, sin temor a los leones en la arena.
Sólo pendientes de que alguien me proteja,
aunque el precio sea mayor, son amigos, y no
tengo que dar nombres o apellidos... ... porque
ellos mismos ya se saben aludidos.
No son muchos pero Dios los puso ahí,
extranjeros de otra talla, tan insólitos
aquí, que me respetan y regañan a
la vez, y me quieren como soy, aunque me conocen
bien.
Están cerca, no me es fácil
engañarles, porque llevan mis heridas y
miserias en su pecho, aunque jamás me echan en
cara lo que han hecho, aún teniendo una
razón,
son amigos, no hace falta dar sus nombres o
apellidos... ...porque de sobra ellos se saben
aludidos.
No son muchos pero Dios los puso ahí,
peregrinos incansables, luchadores de marfil,
forasteros con nostalgia del hogar, en sus
frentes brilla el sol, en sus manos siempre hay
pan......
...y en sus labios no hay engaño ni
traición porque son sellos, y jamás
he visto zánganos más bellos, ni me
he reído tanto, como junto a ellos,
aún en medio del dolor,
son amigos, y no quiero dar sus nombres ni
apellidos... ...ellos lo saben y se dan por
aludidos
poquito más cercanos, me los regaló
a mí, para hacerme comprender un poco
más el calibre del amor de mi Padre
celestial.
No son muchos, pero no los hay mejores en la
tierra, sin temor a los leones en la arena.
Sólo pendientes de que alguien me proteja,
aunque el precio sea mayor, son amigos, y no
tengo que dar nombres o apellidos... ... porque
ellos mismos ya se saben aludidos.
No son muchos pero Dios los puso ahí,
extranjeros de otra talla, tan insólitos
aquí, que me respetan y regañan a
la vez, y me quieren como soy, aunque me conocen
bien.
Están cerca, no me es fácil
engañarles, porque llevan mis heridas y
miserias en su pecho, aunque jamás me echan en
cara lo que han hecho, aún teniendo una
razón,
son amigos, no hace falta dar sus nombres o
apellidos... ...porque de sobra ellos se saben
aludidos.
No son muchos pero Dios los puso ahí,
peregrinos incansables, luchadores de marfil,
forasteros con nostalgia del hogar, en sus
frentes brilla el sol, en sus manos siempre hay
pan......
...y en sus labios no hay engaño ni
traición porque son sellos, y jamás
he visto zánganos más bellos, ni me
he reído tanto, como junto a ellos,
aún en medio del dolor,
son amigos, y no quiero dar sus nombres ni
apellidos... ...ellos lo saben y se dan por
aludidos