A ésta hora no queda ni la sombra de un sueño
El pasado es un muerto que habla
Un gigante dormido, la esperanza de un pueblo
Y puedo oír que siguen riendo por instinto
Yo quise esta mañana, pensaba
Hacer un tema con cierta ironía
Pero que fuera en el fondo como aquellas viejas melodías
Y me quedé callado y pensativo
Mirando el día desde la ventana
A veces llueve demasiado fuerte dentro del alma
Sin la esperanza, la ilusión y el deseo se escapan
No quisiera pensar que mañana
No tiene nada de nuevo
Y la esperanza, se me muere como un niño en los brazos
No dejemos que se haga pedazos,
dentro de éste cuerpo
A ésta altura es lo mismo la enfermedad que el remedio,
El futuro es sólo un plato de comida
Resultan sólo palabras, la libertad y la justicia
Ya ni recuerdo cómo llama la suerte
Yo quise esta mañana, pensaba,
Hacer un tema con cierta ironía
Pero que fuera en el fondo como aquellas viejas melodías
Y me quedé callado y pensativo,
Mirando el día desde la ventana,
A veces llueve demasiado fuerte dentro del alma
Sin la esperanza, la ilusión y el deseo se escapan
No quisiera pensar que mañana
No tiene nada de nuevo
Y la esperanza, se me muere como un niño en los brazos
No dejemos que se haga pedazos,
dentro de éste cuerpo.
El pasado es un muerto que habla
Un gigante dormido, la esperanza de un pueblo
Y puedo oír que siguen riendo por instinto
Yo quise esta mañana, pensaba
Hacer un tema con cierta ironía
Pero que fuera en el fondo como aquellas viejas melodías
Y me quedé callado y pensativo
Mirando el día desde la ventana
A veces llueve demasiado fuerte dentro del alma
Sin la esperanza, la ilusión y el deseo se escapan
No quisiera pensar que mañana
No tiene nada de nuevo
Y la esperanza, se me muere como un niño en los brazos
No dejemos que se haga pedazos,
dentro de éste cuerpo
A ésta altura es lo mismo la enfermedad que el remedio,
El futuro es sólo un plato de comida
Resultan sólo palabras, la libertad y la justicia
Ya ni recuerdo cómo llama la suerte
Yo quise esta mañana, pensaba,
Hacer un tema con cierta ironía
Pero que fuera en el fondo como aquellas viejas melodías
Y me quedé callado y pensativo,
Mirando el día desde la ventana,
A veces llueve demasiado fuerte dentro del alma
Sin la esperanza, la ilusión y el deseo se escapan
No quisiera pensar que mañana
No tiene nada de nuevo
Y la esperanza, se me muere como un niño en los brazos
No dejemos que se haga pedazos,
dentro de éste cuerpo.