En el bar de los pesares
encontré tu puerta abierta.
Yo bebía por cansarme
y llegaste por sorpresa.
Te delató la mirada
y abracé tu pensamiento,
mis deseos fueron lanzas
que desnudaron tu cuerpo.
Y me hacías tanta falta en este gris.
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro de tu corazón de fuego.
Y me dije que por siempre
estarías junto a mí,
no podía imaginarme
ni un minuto más sin ti.
Sin tu boca de batalla
sin tu voz de arrepentida,
sin la magia de tu cama
hoy mi tristeza te grita...
¡que me haces tanta falta en este gris! (haces tanta falta)
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro de tu corazón de fuego.
En el bar de los pesares
no he vuelto a saber de ella,
todo sigue igual que antes
con la luna siempre a cuestas.
¡Y me haces tanta falta en este gris!
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro... una noche en el milagro,
una noche en el milagro de tu corazón...
encontré tu puerta abierta.
Yo bebía por cansarme
y llegaste por sorpresa.
Te delató la mirada
y abracé tu pensamiento,
mis deseos fueron lanzas
que desnudaron tu cuerpo.
Y me hacías tanta falta en este gris.
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro de tu corazón de fuego.
Y me dije que por siempre
estarías junto a mí,
no podía imaginarme
ni un minuto más sin ti.
Sin tu boca de batalla
sin tu voz de arrepentida,
sin la magia de tu cama
hoy mi tristeza te grita...
¡que me haces tanta falta en este gris! (haces tanta falta)
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro de tu corazón de fuego.
En el bar de los pesares
no he vuelto a saber de ella,
todo sigue igual que antes
con la luna siempre a cuestas.
¡Y me haces tanta falta en este gris!
Y los besos que nos dimos, encendieron mil estrellas,
y el tesoro de lo incierto lo encontramos siendo fieras,
nos bebimos uno a otro como locos en un sueño,
una noche en el milagro... una noche en el milagro,
una noche en el milagro de tu corazón...