El sol de medianoche
entró por la ventana
y con la luz de un coche
se iluminó tu cara.
La lluvia que mojaba
tus calles tan lloradas
quisiera que limpiara
también tu alma.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
La luz del sol gritaba
tu nombre tan lejana,
tus párpados trataban
de no oir la llamada.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
El ruido de la calle también te recordaba,
pero al coger tu mano no despertabas.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
entró por la ventana
y con la luz de un coche
se iluminó tu cara.
La lluvia que mojaba
tus calles tan lloradas
quisiera que limpiara
también tu alma.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.
La luz del sol gritaba
tu nombre tan lejana,
tus párpados trataban
de no oir la llamada.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
El ruido de la calle también te recordaba,
pero al coger tu mano no despertabas.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.
Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.