Como otra piel, como otro sabor,
como otros abrazos, otro olor,
no habrá otros latidos, no habrá otro o*****os,
no habrá otras promesas, ni otro calor.
Aprendiendo de nuevo, depertando en mi cama,
no habrá otra espalda, la almohada sudada.
Sea dentro de un taxi, caminando en la calle
o dejando que queme el sol...
Cómo puedo comer, cómo puedo escribir,
cómo puedo sufrir, escapar o mentir,
si lo único cierto y lo único claro,
es tu firme, salvaje, y bendito amor.
Al olor de tu sangre, al sabor de tu cuello,
al dolor de tu llanto, al color de tu voz.
Moriría mañana, moriría en éxtasis,
moriría en el fondo del éxtasis.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
Al oler la mañana una frase ingeniosa,
"los minutos son oro, como arena en la sábana",
y tomar esa casa, y comer en la cama,
un café con helado, que he mojado en tu espalda.
Yo me pongo contento, ya no nos levantamos,
y te apreto en mi pecho con toda mi alma.
Moriría mañana, moriría pegado,
completamente drogado.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
No te olvides lo que digo.
Aún cuando escuches lo peor te estaré amando igual...
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar...
como otros abrazos, otro olor,
no habrá otros latidos, no habrá otro o*****os,
no habrá otras promesas, ni otro calor.
Aprendiendo de nuevo, depertando en mi cama,
no habrá otra espalda, la almohada sudada.
Sea dentro de un taxi, caminando en la calle
o dejando que queme el sol...
Cómo puedo comer, cómo puedo escribir,
cómo puedo sufrir, escapar o mentir,
si lo único cierto y lo único claro,
es tu firme, salvaje, y bendito amor.
Al olor de tu sangre, al sabor de tu cuello,
al dolor de tu llanto, al color de tu voz.
Moriría mañana, moriría en éxtasis,
moriría en el fondo del éxtasis.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
Al oler la mañana una frase ingeniosa,
"los minutos son oro, como arena en la sábana",
y tomar esa casa, y comer en la cama,
un café con helado, que he mojado en tu espalda.
Yo me pongo contento, ya no nos levantamos,
y te apreto en mi pecho con toda mi alma.
Moriría mañana, moriría pegado,
completamente drogado.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
No te olvides lo que digo.
Aún cuando escuches lo peor te estaré amando igual...
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar que éste amor se nos vaya.
Amiga mía...
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar...