Tirados en Santander esperando un tren,
tan sucios y rotos como nuestros jeans,
Loco detuvo un camión
poco antes de llover
y nos dejó muy cerca de Madrid.
De mi viejo petate una armónica saqué
y toqué para Loco una canción.
Con aquel limpia parabrisas
acompasando al motor
oíamos cantar al conductor:
'libertad quiere decir:
no hay nada que perder
y nada sólo es nada pero es gratis...'
Sentirse bien era muy fácil,
juntos hasta el fin.
Y eso era bastante para mí,
bastante para mí y Bobby McGee.
Desde Aragón hasta Cádiz,
desde Oporto hasta Castellón,
compartimos el frío y el calor;
los sueños y las penas,
la tormenta y el sol...
su alma y mi alma viajando
sin dirección.
Y un día en Barcelona, señor,
Loco me dijo adiós para dejarme
ir a encontrar mi hogar.
Y cambiaría mi futuro
por un simple amanecer
con su sonrisa franca junto a mí.
'libertad quiere decir:
no hay nada que perder
y nada sólo es nada pero es gratis...'
Sentirse bien era muy fácil,
juntos hasta el fin.
Y eso era bastante para mí,
bastante para mí y Bobby McGee.
tan sucios y rotos como nuestros jeans,
Loco detuvo un camión
poco antes de llover
y nos dejó muy cerca de Madrid.
De mi viejo petate una armónica saqué
y toqué para Loco una canción.
Con aquel limpia parabrisas
acompasando al motor
oíamos cantar al conductor:
'libertad quiere decir:
no hay nada que perder
y nada sólo es nada pero es gratis...'
Sentirse bien era muy fácil,
juntos hasta el fin.
Y eso era bastante para mí,
bastante para mí y Bobby McGee.
Desde Aragón hasta Cádiz,
desde Oporto hasta Castellón,
compartimos el frío y el calor;
los sueños y las penas,
la tormenta y el sol...
su alma y mi alma viajando
sin dirección.
Y un día en Barcelona, señor,
Loco me dijo adiós para dejarme
ir a encontrar mi hogar.
Y cambiaría mi futuro
por un simple amanecer
con su sonrisa franca junto a mí.
'libertad quiere decir:
no hay nada que perder
y nada sólo es nada pero es gratis...'
Sentirse bien era muy fácil,
juntos hasta el fin.
Y eso era bastante para mí,
bastante para mí y Bobby McGee.