La zarzuela "Las majas del bergantín" narra la historia de unos marinos de los marinos de una navio de la corona española que transporta a un grupo de prisioneras para ser juzgadas en Cádiz. Describe la relación de los marinos con las forajidas, mientras el bergantín es asediado por el barco del pirata Raúl a cuya banda pertenecen las prisioneras, esta zarzuela está basada en la novela "Lejanías" de Jorge Esteban Pérez Ríos y la adaptación no fue fácil, ya que la novela original trata de un leñador que vivía con su loro en los bosques de Bulgaria, no fue fácil. El único personaje que ha permanecido es el loro.
Los autores de "Las majas del bergantín" Rafael Gómez y Sampaio y Ataulfo Vega y Fabret, responsables ambos en colaboración de varias zarzuelas de gran éxito, luego de ponerse de acuerdo sobre las líneas generales que debían de seguir tanto la música como la letra, trabajaron intensamente durante tres meses, cuando se volvieron a encontrar descubrieron con cierto desagrado que ambos habían escrito la letra, fue entonces cuando decidieron incorporar un músico al equipo, recurrieron al compositor y célebre guitarrista Ramón Félix García y Casal a quien llamaban el Cervantes de la guitarra, porque era manco.
Escucharemos a continuación justamente y finalizando el presente recital, el 2º acto de "Las majas del bergantín" zarzuela de Pérez Ríos, Gómez y Sampaio, Vega y Fabret y Félix García y Casal. Los marinos cantan orgullosos de su navío que gallardo desafía la furia de los vientos.
--------------------------------------------------------------------------------
Sopla el viento, sopla el viento,
como nunca antes sopló (fff, fff)
y nuestro bergantín orgulloso avanza y veloz (fff) veloz (fff)
y surcando las aguas desafiando al viento va (fff, fff)
resistiendo tan gallardo, tan gallardo, terco y tenaz (fff) y tenaz (fff)
es la pura verdad, verdad, la verdad, verdad
junto al viento, junto al viento,
ya se oye nuestra voz.,
que va exclamando valiente
ay que mareo, que mareo,
ay que mareo, que mareo,
tan atroz, y olé.
PUCCIO:
Recórcholis como se mueve este cacharro, haré arriar las velas ¡contramaestre!
MUNDSTOCK:
Vaaa
PUCCIO:
Foques enrollados, garfias adujadas y cabos a la cornamusa, hala.
MUNDSTOCK:
¿Y de postre?
PUCCIO:
De todos modos magnífica tripulación
MARINEROS:
Gracias, gracias
PUCCIO:
Y hermoso bergantín
MARONNA:
Gracias, graci...
PUCCIO:
Y hablando de bergantín, os habéis fijado cuantos nombres de embarcaciones empiezan con be larga
NÚÑEZ:
Barco
MARONNA:
Buque
MUNDSTOCK:
Bote
NÚÑEZ:
Bajel
MARONNA:
Balandro
RABINOVICH:
Velero
MUNDSTOCK:
Fragata
PUCCIO:
Fragata es con efe
MUNDSTOCK:
Es que la fragata que yo digo se llama "Bilbao".
Capitán querríamos hacerle una petición.
PUCCIO:
¿Una petición?
MUNDSTOCK:
Una petit-cion, verá usted respecto a las prisioneras que llevamos en la bodega y teniendo en cuenta que hace más de dos meses que estamos en alta mar y no tocamos puerto, ni nada, querríamos pedirle que las dejara subir a cubierta y..
PUCCIO:
¿A cubierta las prisioneras? de ningún modo, esas mujeres son delincuentes comunes.
MUNDSTOCK:
Bueno no pretendemos que sean especiales.
PUCCIO:
Quiero decir que son forajidas, son de la banda del pirata Raúl y en cuanto lleguemos a Cádiz, debo entregarlas para que sean juzgadas, eso si debo entregarlas intactas.
MUNDSTOCK:
Capitán, quien se va a andar fijando en el grado de "intactez".
PUCCIO:
"Intactitud"
MUNDSTOCK:
Menos todavía.
PUCCIO:
Hombre que vergüenza, mira piensa en el pasado de España; si esas mujeres subieran a cubierta, relajarían la moral de la tripulación.
MUNDSTOCK:
Hombre y lo bien que nos vendría
PUCCIO:
He dicho que no, y no, y no, subirían esas mujeres a cubierta y comenzaría que las miraditas, que las risitas, que la juerga, que el fandango, que la borrachera, que el toqueteo, ¡que suban!
RABINOVICH:
¡Ahí suben las prisioneras!
MUNDSTOCK:
¡Oh, qué vellos tienen!, ¡qué bellos tienen los ojos!
MARONNA:
Oigamos lo que dicen
MUNDSTOCK:
Ya comienzan a cantaaaar
MAJAS:
Hola marineros, decidnos que hacéis,
por que lucháis y por quien navegáis.
MARINEROS:
Todos servimos a nuestro rey
y a la bandera de nuestro pais.
MAJAS:
Sois tan gentiles y sois tan galantes
que ya quisiéramos que nos amarais.
MARINEROS:
Agradecidos, pero es que antes
sería muy útil que nos "conozcarais".
PUCCIO:
Este es Francisco el estampado.
MAJAS:
¡Qué maravilla! su cuerpo tatuado
anclas, sirenas, gaviotas, anguilas,
tiene tatuajes en todos lados,
tiene tatuajes hasta en las axilas.
RABINOVICH:
Vean tatuado en mi vientre
el continente europeo
y no les muestro Italia
porque quedaría feo.
PUCCIO:
Este es Anibal, el insatisfecho.
MAJAS:
Hay en sus ojos rencor y despecho
miedo provoca su imagen tan ruda,
hombre sin duda de pelo en pecho,
lo que se dice una bestia peluda.
MUNDSTOCK:
Mi furia tiene motivo,
al mar ya no lo resisto
ay, por que yo quisiera ser
o bailarín o modisto.
PUCCIO:
Y estos son los mellizos Reinoso, Julio y Agosto
MAJAS:
Como se explica que siendo mellizos
no se parezcan sus caras, sus pintas.
MARONNA:
Yo soy delgado
NÚÑEZ:
Yo soy Rollizo
MELLIZOS:
Somos mellizos de madres distintas.
MAJAS:
Venid con nosotras mellizos.
MELLIZOS:
Con mucho gusto señoras.
MARINEROS:
¿Y qué hacemos los demás?
MAJAS:
Vosotros también
MARINEROS:
Es un placer.
MAJAS:
No os demoréis
MARINEROS:
A vuestro pies
MAJAS:
Chulos
MARINEROS:
Majas
MAJAS:
Guapos
NÚÑEZ:
¡Capitaaaan!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
NÚÑEZ:
Veo un barco pirata a la derecha (mirando por un catalejo)
PUCCIO:
Se dice estribor
NÚÑEZ:
Veo un estribor a la derecha, capitán y veo muchos piratas, hay uno de ellos muy corpulento que parece el jefe, tiene pata de palo y lleva un loro en el hombro.
PUCCIO:
¿Barco pirata, y cual es su tamaño?
NÚÑEZ:
Más bien pequeñín, es como una cotorrita pequeña.
PUCCIO:
No, no, no, digo que cual es el tamaño del barco.
NÚÑEZ:
Ah, el tamaño del... jeje, yo pensé que usted se refería al tamaño del psitácido. Unos 60 metros de largo.
PUCCIO:
Largo no, eslora
NÚÑEZ:
Bueno hombre, yo dije loro generalizando.
PUCCIO:
Fíjate si lleva algún botín
NÚÑEZ:
Si, uno en el pie que no es de palo.
(mirando por el catalejo al capitán) Capitán no va a usted a creerlo, un pingüino.
(se da cuenta que es el capitán) pero bellísimo.
RABINOVICH:
¡Rayos y centellas!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
RABINOVICH:
No, no, no, me equivoqué, en el agua ¡rayas y centollas! y caracoles
PUCCIO:
Si, también puede haber caracoles
RABINOVICH:
No, no, caracoles está bien, equivoqué el tono ¡caracoles!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
RABINOVICH:
Que una botella viene flotando hacia el bergantín.
Una botella, una botella,
una botella flotando,
una botella, una botella,
viene flotando hacia aquí,
(RABINOVICH) la deben haber puesto para que se enfríe
Una botella, una botella
viene flotando hacia aquí,
debe ser un mensaje de los piratas,
Una botella, una botella,
viene flotando hacia aquí,
tiene una calavera y cruzadas dos tibias
RABINOVICH:
¿Tibias? confirmado la han puesto para que se enfríe
PUCCIO:
¡Diantres! es del pirata Raúl
RABINOVICH:
¿Y qué dice?
PUCCIO:
Y dice que si no les entregamos las prisioneras, nos hundirán.
RABINOVICH:
Nos hundirán, que susto tengo capitán
PUCCIO:
No tiembles así.
RABINOVICH:
Que miedo tengo.
PUCCIO:
Un poco de dignidad
RABINOVICH:
Estoy aterrorizado.
PUCCIO:
Mira, piensa en el pasado de España.
RABINOVICH:
Es que me tiembla toda Europa, desde Noruega hasta Italia.
NÚÑEZ:
Tengo una idea capitán.
PUCCIO:
Dime.
NÚÑEZ:
Que tal, si vamos disfrazados de prisioneras y una vez a bordo, les atacamos.
PUCCIO:
No, no, no, imagínate lo que nos harían si se dieran cuenta de que no somos mujeres.
RABINOVICH:
Peor lo que nos harían si no se dieran cuenta.
NÚÑEZ:
¡Ya se capitán! pues entonces vayamos disfrazados de hombres.
PUCCIO:
Pues nada, no hay nada que hacer.
RABINOVICH:
¿Cómo que no hay nada que hacer?
PUCCIO:
Habrá que entregar a las prisioneras.
TODOS:
No, eso si que no, resistamos, resistamos.
RABINOVICH:
Es inútil
MUNDSTOCK:
Si, pero es el capitán.
PUCCIO:
Hala, marchaos, tomad el esquife, idos con el pirata Raúl.
Contramaestre, zarpamos que extiendan las velas.
MUNDSTOCK:
No se lo aconsejo señor, hay viento.
PUCCIO:
Por eso que extiendan las velas.
MUNDSTOCK:
Ah, que extiendan las velas, yo había entendido que enciendan las velas, jejeje.
Ay, que las majas se han ido
y con ellas nuestro amor,
siempre nos queda el olvido,
el olvido con el licor,
ya que las majas se han ido
y con ellas nuestro amor,
sólo nos queda olvidarlas
sólo nos queda olvidarlas
sólo nos queda...
RABINOVICH:
¡Buaaaaaaaaaaaa!
PUCCIO:
Ya está bien no llores más, mira piensa en el pasado de España.
RABINOVICH:
No lloro por el pasado de España, lloro por el futuro de Italia.
Los autores de "Las majas del bergantín" Rafael Gómez y Sampaio y Ataulfo Vega y Fabret, responsables ambos en colaboración de varias zarzuelas de gran éxito, luego de ponerse de acuerdo sobre las líneas generales que debían de seguir tanto la música como la letra, trabajaron intensamente durante tres meses, cuando se volvieron a encontrar descubrieron con cierto desagrado que ambos habían escrito la letra, fue entonces cuando decidieron incorporar un músico al equipo, recurrieron al compositor y célebre guitarrista Ramón Félix García y Casal a quien llamaban el Cervantes de la guitarra, porque era manco.
Escucharemos a continuación justamente y finalizando el presente recital, el 2º acto de "Las majas del bergantín" zarzuela de Pérez Ríos, Gómez y Sampaio, Vega y Fabret y Félix García y Casal. Los marinos cantan orgullosos de su navío que gallardo desafía la furia de los vientos.
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Sopla el viento, sopla el viento,
como nunca antes sopló (fff, fff)
y nuestro bergantín orgulloso avanza y veloz (fff) veloz (fff)
y surcando las aguas desafiando al viento va (fff, fff)
resistiendo tan gallardo, tan gallardo, terco y tenaz (fff) y tenaz (fff)
es la pura verdad, verdad, la verdad, verdad
junto al viento, junto al viento,
ya se oye nuestra voz.,
que va exclamando valiente
ay que mareo, que mareo,
ay que mareo, que mareo,
tan atroz, y olé.
PUCCIO:
Recórcholis como se mueve este cacharro, haré arriar las velas ¡contramaestre!
MUNDSTOCK:
Vaaa
PUCCIO:
Foques enrollados, garfias adujadas y cabos a la cornamusa, hala.
MUNDSTOCK:
¿Y de postre?
PUCCIO:
De todos modos magnífica tripulación
MARINEROS:
Gracias, gracias
PUCCIO:
Y hermoso bergantín
MARONNA:
Gracias, graci...
PUCCIO:
Y hablando de bergantín, os habéis fijado cuantos nombres de embarcaciones empiezan con be larga
NÚÑEZ:
Barco
MARONNA:
Buque
MUNDSTOCK:
Bote
NÚÑEZ:
Bajel
MARONNA:
Balandro
RABINOVICH:
Velero
MUNDSTOCK:
Fragata
PUCCIO:
Fragata es con efe
MUNDSTOCK:
Es que la fragata que yo digo se llama "Bilbao".
Capitán querríamos hacerle una petición.
PUCCIO:
¿Una petición?
MUNDSTOCK:
Una petit-cion, verá usted respecto a las prisioneras que llevamos en la bodega y teniendo en cuenta que hace más de dos meses que estamos en alta mar y no tocamos puerto, ni nada, querríamos pedirle que las dejara subir a cubierta y..
PUCCIO:
¿A cubierta las prisioneras? de ningún modo, esas mujeres son delincuentes comunes.
MUNDSTOCK:
Bueno no pretendemos que sean especiales.
PUCCIO:
Quiero decir que son forajidas, son de la banda del pirata Raúl y en cuanto lleguemos a Cádiz, debo entregarlas para que sean juzgadas, eso si debo entregarlas intactas.
MUNDSTOCK:
Capitán, quien se va a andar fijando en el grado de "intactez".
PUCCIO:
"Intactitud"
MUNDSTOCK:
Menos todavía.
PUCCIO:
Hombre que vergüenza, mira piensa en el pasado de España; si esas mujeres subieran a cubierta, relajarían la moral de la tripulación.
MUNDSTOCK:
Hombre y lo bien que nos vendría
PUCCIO:
He dicho que no, y no, y no, subirían esas mujeres a cubierta y comenzaría que las miraditas, que las risitas, que la juerga, que el fandango, que la borrachera, que el toqueteo, ¡que suban!
RABINOVICH:
¡Ahí suben las prisioneras!
MUNDSTOCK:
¡Oh, qué vellos tienen!, ¡qué bellos tienen los ojos!
MARONNA:
Oigamos lo que dicen
MUNDSTOCK:
Ya comienzan a cantaaaar
MAJAS:
Hola marineros, decidnos que hacéis,
por que lucháis y por quien navegáis.
MARINEROS:
Todos servimos a nuestro rey
y a la bandera de nuestro pais.
MAJAS:
Sois tan gentiles y sois tan galantes
que ya quisiéramos que nos amarais.
MARINEROS:
Agradecidos, pero es que antes
sería muy útil que nos "conozcarais".
PUCCIO:
Este es Francisco el estampado.
MAJAS:
¡Qué maravilla! su cuerpo tatuado
anclas, sirenas, gaviotas, anguilas,
tiene tatuajes en todos lados,
tiene tatuajes hasta en las axilas.
RABINOVICH:
Vean tatuado en mi vientre
el continente europeo
y no les muestro Italia
porque quedaría feo.
PUCCIO:
Este es Anibal, el insatisfecho.
MAJAS:
Hay en sus ojos rencor y despecho
miedo provoca su imagen tan ruda,
hombre sin duda de pelo en pecho,
lo que se dice una bestia peluda.
MUNDSTOCK:
Mi furia tiene motivo,
al mar ya no lo resisto
ay, por que yo quisiera ser
o bailarín o modisto.
PUCCIO:
Y estos son los mellizos Reinoso, Julio y Agosto
MAJAS:
Como se explica que siendo mellizos
no se parezcan sus caras, sus pintas.
MARONNA:
Yo soy delgado
NÚÑEZ:
Yo soy Rollizo
MELLIZOS:
Somos mellizos de madres distintas.
MAJAS:
Venid con nosotras mellizos.
MELLIZOS:
Con mucho gusto señoras.
MARINEROS:
¿Y qué hacemos los demás?
MAJAS:
Vosotros también
MARINEROS:
Es un placer.
MAJAS:
No os demoréis
MARINEROS:
A vuestro pies
MAJAS:
Chulos
MARINEROS:
Majas
MAJAS:
Guapos
NÚÑEZ:
¡Capitaaaan!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
NÚÑEZ:
Veo un barco pirata a la derecha (mirando por un catalejo)
PUCCIO:
Se dice estribor
NÚÑEZ:
Veo un estribor a la derecha, capitán y veo muchos piratas, hay uno de ellos muy corpulento que parece el jefe, tiene pata de palo y lleva un loro en el hombro.
PUCCIO:
¿Barco pirata, y cual es su tamaño?
NÚÑEZ:
Más bien pequeñín, es como una cotorrita pequeña.
PUCCIO:
No, no, no, digo que cual es el tamaño del barco.
NÚÑEZ:
Ah, el tamaño del... jeje, yo pensé que usted se refería al tamaño del psitácido. Unos 60 metros de largo.
PUCCIO:
Largo no, eslora
NÚÑEZ:
Bueno hombre, yo dije loro generalizando.
PUCCIO:
Fíjate si lleva algún botín
NÚÑEZ:
Si, uno en el pie que no es de palo.
(mirando por el catalejo al capitán) Capitán no va a usted a creerlo, un pingüino.
(se da cuenta que es el capitán) pero bellísimo.
RABINOVICH:
¡Rayos y centellas!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
RABINOVICH:
No, no, no, me equivoqué, en el agua ¡rayas y centollas! y caracoles
PUCCIO:
Si, también puede haber caracoles
RABINOVICH:
No, no, caracoles está bien, equivoqué el tono ¡caracoles!
PUCCIO:
¿Qué ocurre?
RABINOVICH:
Que una botella viene flotando hacia el bergantín.
Una botella, una botella,
una botella flotando,
una botella, una botella,
viene flotando hacia aquí,
(RABINOVICH) la deben haber puesto para que se enfríe
Una botella, una botella
viene flotando hacia aquí,
debe ser un mensaje de los piratas,
Una botella, una botella,
viene flotando hacia aquí,
tiene una calavera y cruzadas dos tibias
RABINOVICH:
¿Tibias? confirmado la han puesto para que se enfríe
PUCCIO:
¡Diantres! es del pirata Raúl
RABINOVICH:
¿Y qué dice?
PUCCIO:
Y dice que si no les entregamos las prisioneras, nos hundirán.
RABINOVICH:
Nos hundirán, que susto tengo capitán
PUCCIO:
No tiembles así.
RABINOVICH:
Que miedo tengo.
PUCCIO:
Un poco de dignidad
RABINOVICH:
Estoy aterrorizado.
PUCCIO:
Mira, piensa en el pasado de España.
RABINOVICH:
Es que me tiembla toda Europa, desde Noruega hasta Italia.
NÚÑEZ:
Tengo una idea capitán.
PUCCIO:
Dime.
NÚÑEZ:
Que tal, si vamos disfrazados de prisioneras y una vez a bordo, les atacamos.
PUCCIO:
No, no, no, imagínate lo que nos harían si se dieran cuenta de que no somos mujeres.
RABINOVICH:
Peor lo que nos harían si no se dieran cuenta.
NÚÑEZ:
¡Ya se capitán! pues entonces vayamos disfrazados de hombres.
PUCCIO:
Pues nada, no hay nada que hacer.
RABINOVICH:
¿Cómo que no hay nada que hacer?
PUCCIO:
Habrá que entregar a las prisioneras.
TODOS:
No, eso si que no, resistamos, resistamos.
RABINOVICH:
Es inútil
MUNDSTOCK:
Si, pero es el capitán.
PUCCIO:
Hala, marchaos, tomad el esquife, idos con el pirata Raúl.
Contramaestre, zarpamos que extiendan las velas.
MUNDSTOCK:
No se lo aconsejo señor, hay viento.
PUCCIO:
Por eso que extiendan las velas.
MUNDSTOCK:
Ah, que extiendan las velas, yo había entendido que enciendan las velas, jejeje.
Ay, que las majas se han ido
y con ellas nuestro amor,
siempre nos queda el olvido,
el olvido con el licor,
ya que las majas se han ido
y con ellas nuestro amor,
sólo nos queda olvidarlas
sólo nos queda olvidarlas
sólo nos queda...
RABINOVICH:
¡Buaaaaaaaaaaaa!
PUCCIO:
Ya está bien no llores más, mira piensa en el pasado de España.
RABINOVICH:
No lloro por el pasado de España, lloro por el futuro de Italia.