Toda vez que por necesidades económicas Mastropiero se vio obligado a componer música a pedido o por encargo, produjo obras mediocres e inexpresivas. Por el contrario, cuando sólo obedeció a su inspiración jamás escribió una nota. Ejemplo de su música por encargo es la obra de Mastropiero "Ariadna y Teseo". En el aria que escucharemos a continuación, conocida como "La invocación al beso", perteneciente a dicha ópera, Teseo clama a los dioses, a náyades y musas; todo lo que ansía es ser besado por Ariadna.
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Oooooh náyades,
Oooooh ninfas
Oooooh mesas, musas,
arrojad vuestro hálito incierto.
Oh dolor, que de mi alma te abusas,
y mi pecho en un grito has abierto.
Oh vidas de Zeus
oh furias de Eolo
un ósculo quiero de Ariadna,
tan solo.
Luego del estreno, el empresario pidió a Mastropiero que corrigiera éste fragmento para que la invocación al beso tuviera una repercusión emotiva más directa en el público, Mastropiero compuso entonces, esta segunda versión:
Ariadna, Ariadna, responde al gemir de mi dolor,
tus besos me curan, tus besos me sanan,
bésame Ariadna, Ariadna mi amor.
El empresario aún no conforme, exigió a Mastropiero algo aún más accesible, Johann Sebatian compuso entonces esta tercera y definitiva versión de la invocación al beso.
Bésame muñequita, sha la la la
bésame muñequita, sha la la la
que si me das un beso, sha la la la
me vas a besar, sha la la la
y yo voy a sentir, sha la la la
que mediste un beso, sha la la laaaaaaaaaa.
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Oooooh náyades,
Oooooh ninfas
Oooooh mesas, musas,
arrojad vuestro hálito incierto.
Oh dolor, que de mi alma te abusas,
y mi pecho en un grito has abierto.
Oh vidas de Zeus
oh furias de Eolo
un ósculo quiero de Ariadna,
tan solo.
Luego del estreno, el empresario pidió a Mastropiero que corrigiera éste fragmento para que la invocación al beso tuviera una repercusión emotiva más directa en el público, Mastropiero compuso entonces, esta segunda versión:
Ariadna, Ariadna, responde al gemir de mi dolor,
tus besos me curan, tus besos me sanan,
bésame Ariadna, Ariadna mi amor.
El empresario aún no conforme, exigió a Mastropiero algo aún más accesible, Johann Sebatian compuso entonces esta tercera y definitiva versión de la invocación al beso.
Bésame muñequita, sha la la la
bésame muñequita, sha la la la
que si me das un beso, sha la la la
me vas a besar, sha la la la
y yo voy a sentir, sha la la la
que mediste un beso, sha la la laaaaaaaaaa.