Me trajo un golpe de mar
en el año del conejo
que con el rabo escribió:
"Ha nacido un niño viejo como el sol".
No le deis más de volar,
encerradlo con los muertos;
sesenta en la habitación
y se oían las risas desde el paredón.
Y metida en la chistera
yo te pensaba traer a la luna de rehén,
y ha salido un cristo gordo
dormitando en un palé,
no me preguntes por qué,
que yo tampoco lo sé.
-Se lo tenía que decir:
qué bien le sienta el embudo.
-Gracias señora, me voy,
que, sin siesta, luego no sé ni quién soy.
Al año y medio volví
y no quedaba ninguno.
Un poco de educación:
a ver qué hago ahora con tanto reloj.
Anda, quítame el seguro,
que me voy a disparar
en el medio de los pies.
Méteme un dedo en el c**o,
que si no, este madrugar
se nos va a echar a perder.
Quiero ver rodar los dientes por la mesa
y, entre llamas, no pararme de reír.
Venga, padre, pégame entre las orejas,
y al caldero el mundo entero junto a mí.
-¿Tú de qué te ríes?
-Pues de qué va a ser..., de ti.
en el año del conejo
que con el rabo escribió:
"Ha nacido un niño viejo como el sol".
No le deis más de volar,
encerradlo con los muertos;
sesenta en la habitación
y se oían las risas desde el paredón.
Y metida en la chistera
yo te pensaba traer a la luna de rehén,
y ha salido un cristo gordo
dormitando en un palé,
no me preguntes por qué,
que yo tampoco lo sé.
-Se lo tenía que decir:
qué bien le sienta el embudo.
-Gracias señora, me voy,
que, sin siesta, luego no sé ni quién soy.
Al año y medio volví
y no quedaba ninguno.
Un poco de educación:
a ver qué hago ahora con tanto reloj.
Anda, quítame el seguro,
que me voy a disparar
en el medio de los pies.
Méteme un dedo en el c**o,
que si no, este madrugar
se nos va a echar a perder.
Quiero ver rodar los dientes por la mesa
y, entre llamas, no pararme de reír.
Venga, padre, pégame entre las orejas,
y al caldero el mundo entero junto a mí.
-¿Tú de qué te ríes?
-Pues de qué va a ser..., de ti.