No hay libertad sin cadenas.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Da lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
Libertad
que gran palabra para el preso
carcelero
tú nunca podrás gozarla
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
La libertad de vivir.
Pero, ¿y la libertad madre,
la libertad de morir?
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Es lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena.
Le soltaron algo más a la cadena
y yo dije: ¡Me dieron la libertad!
La cadena es siempre igual:
eslabón que a mí me sueltan
a otro se lo apretarán.
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
La libertad de vivir
pero, ¿y la libertad madre,
la libertad de morir?
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Es lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Da lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
Libertad
que gran palabra para el preso
carcelero
tú nunca podrás gozarla
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
La libertad de vivir.
Pero, ¿y la libertad madre,
la libertad de morir?
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Es lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena.
Le soltaron algo más a la cadena
y yo dije: ¡Me dieron la libertad!
La cadena es siempre igual:
eslabón que a mí me sueltan
a otro se lo apretarán.
Cadenas de hierro,
cadenas de plata,
apenas aquellas
me dejaban libre
estas me amarraban.
La libertad de vivir
pero, ¿y la libertad madre,
la libertad de morir?
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
No hay libertad sin cadenas.
Puede que la tenga Dios.
Puedes tú mismo tenerla,
puede tenerla el tirano.
Es lo mismo,
a fin de cuentas,
es la libertad rodeo
que va dando la cadena.