Ay, amor, en tu cuerpo de pantera crece el mar.
Ay amor, yo sé bien que jamás te he de olvidar.
Hay amor en tus ojos de fuego quemazón
y un incendio de luna,
tu cabeza bruna
no tiene perdón.
Como la sangre de una tarde degollada
aquella madrugada no hallamos el final.
Me rebenquea tu amor sin darme tregua
y el alma se me puebla de duendes sin timón.
Busco en ell vino tu boca ensangrentada
y en cada madrugada te quiero mucho más.
Ay amor, viento norte que enloquece la razón.
Ay amor, como víboras hambrientas bajo el sol.
Ay amor, los jazmines de tu pecho duelen más
cuando sé que están presos,
de su libertad.
Cómo te buscan mis manos en el alba
y en mi pobre guitarra a veces sé llorar.
Yo sé que un día dejarás de quererme
pero al final, no creo que puedas olvidar.
Busco en el vino tu boca ensangrentada.
En cada madrugada te quiero mucho más...
y en cada madrugada, te quiero mucho más.
Ay amor, yo sé bien que jamás te he de olvidar.
Hay amor en tus ojos de fuego quemazón
y un incendio de luna,
tu cabeza bruna
no tiene perdón.
Como la sangre de una tarde degollada
aquella madrugada no hallamos el final.
Me rebenquea tu amor sin darme tregua
y el alma se me puebla de duendes sin timón.
Busco en ell vino tu boca ensangrentada
y en cada madrugada te quiero mucho más.
Ay amor, viento norte que enloquece la razón.
Ay amor, como víboras hambrientas bajo el sol.
Ay amor, los jazmines de tu pecho duelen más
cuando sé que están presos,
de su libertad.
Cómo te buscan mis manos en el alba
y en mi pobre guitarra a veces sé llorar.
Yo sé que un día dejarás de quererme
pero al final, no creo que puedas olvidar.
Busco en el vino tu boca ensangrentada.
En cada madrugada te quiero mucho más...
y en cada madrugada, te quiero mucho más.