Es cierto que te amo y no lo niego
que me aterra vivir sin tu recuerdo
es como una extraña maldición,
drogadicción del corazón para seguir viviendo
como gato en el tejado que quedó
agonizante de pasión una noche de luna
En vano quise controlar mis arrebatos
para no volver a sucumbir entre tus brazos
he tratado en mil formas de olvidar
en cada beso y otro más en cada lecho sin amar
he cerrado las ventanas al ayer
a todo lo que un día fue y todo eso para qué, para qué
Para qué
si es inútil negar que te quiero
para qué
si tan solo al nombrarte me muero
para qué
si eres pena que rompe mis sueños
para qué, para qué, para qué
si contigo renazco a la vida
para qué
aunque seas mi fruta prohibida
para qué
si en el alma te llevo prendido
para qué
que me aterra vivir sin tu recuerdo
es como una extraña maldición,
drogadicción del corazón para seguir viviendo
como gato en el tejado que quedó
agonizante de pasión una noche de luna
En vano quise controlar mis arrebatos
para no volver a sucumbir entre tus brazos
he tratado en mil formas de olvidar
en cada beso y otro más en cada lecho sin amar
he cerrado las ventanas al ayer
a todo lo que un día fue y todo eso para qué, para qué
Para qué
si es inútil negar que te quiero
para qué
si tan solo al nombrarte me muero
para qué
si eres pena que rompe mis sueños
para qué, para qué, para qué
si contigo renazco a la vida
para qué
aunque seas mi fruta prohibida
para qué
si en el alma te llevo prendido
para qué