Que es lo que me está pasando
que en la quietud perfecta
todo empieza a temblar
se remueven mis caminos
se hace trizas el retrato
de mi infancia y su calor
Mi familia y mis amigos
se me ponen frente a frente
si al medio de esta tormenta
nacerán las flores
de un lugar Azul e inmenso
Justificar mi ausencia
no es más que pretexto
de vida y aventura
como oración sin leyes
en libertad inquieta
mi rostro se bañaba
con el fulgor de las estrellas
que cantan la mañana
bien juntas con mis sueños
todo estaba allí trenzado
hasta que dí el paso,
hasta que tu amor me dijo
Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas
quizás tiempo gastado,
Es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma
Si yo fuera navegante,
capitán o simple infante
de inmediato aceptaré,
que la tierra siempre lejos,
que la niebla imponderable,
en mis mapas son la sal
que tormentas indomables
y mujeres que lloraban
hasta el amanecer
fueron por mi amigo, hermano,
su sonrisa amada,
sus ojos de fuego y noche
Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas,
es quizás tiempo gastado,
es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma.
que en la quietud perfecta
todo empieza a temblar
se remueven mis caminos
se hace trizas el retrato
de mi infancia y su calor
Mi familia y mis amigos
se me ponen frente a frente
si al medio de esta tormenta
nacerán las flores
de un lugar Azul e inmenso
Justificar mi ausencia
no es más que pretexto
de vida y aventura
como oración sin leyes
en libertad inquieta
mi rostro se bañaba
con el fulgor de las estrellas
que cantan la mañana
bien juntas con mis sueños
todo estaba allí trenzado
hasta que dí el paso,
hasta que tu amor me dijo
Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas
quizás tiempo gastado,
Es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma
Si yo fuera navegante,
capitán o simple infante
de inmediato aceptaré,
que la tierra siempre lejos,
que la niebla imponderable,
en mis mapas son la sal
que tormentas indomables
y mujeres que lloraban
hasta el amanecer
fueron por mi amigo, hermano,
su sonrisa amada,
sus ojos de fuego y noche
Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento
es fogata que corre en tus venas,
es quizás tiempo gastado,
es un sol que llevas dentro
primero y sin segundo,
el amanecer de tu alma.