Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi c**pa golondrina entre la nieve;
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echo a morir.
Vete...!
No comprendes que te estas matando..?
No comprendes que te estoy llamando..?
Vete...!
No me beses que te estoy llorando
y quisiera no llorarte mas..!
No ves..?
Es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor,
librado de mi amor final.
Vete..!
No comprendes que te estoy salvando..?
No comprendes que te estoy amando..?
No me sigas..! Ni me llames..! Ni me beses..!
Ni me llores..! Ni me quieras mas..!
Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
por la noche de un camino sin salidas,
palidos despojos de un naufragio
sacudidos por las olas del amor y de la vida.
Fuimos empujados en un viento desolado...
sombras de una sombra que tornaba del pasado.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echo a morir.
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi c**pa golondrina entre la nieve;
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echo a morir.
Vete...!
No comprendes que te estas matando..?
No comprendes que te estoy llamando..?
Vete...!
No me beses que te estoy llorando
y quisiera no llorarte mas..!
No ves..?
Es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor,
librado de mi amor final.
Vete..!
No comprendes que te estoy salvando..?
No comprendes que te estoy amando..?
No me sigas..! Ni me llames..! Ni me beses..!
Ni me llores..! Ni me quieras mas..!
Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
por la noche de un camino sin salidas,
palidos despojos de un naufragio
sacudidos por las olas del amor y de la vida.
Fuimos empujados en un viento desolado...
sombras de una sombra que tornaba del pasado.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echo a morir.