Enmudecida por renunciar inconscientemente a una huida que no tiene fin,
a la que te ves sometida y para la que no encuentras retorno en tu interior
Tu silencio yace roto por las lágrimas que eres incapaz de derramar,
atenazada por el miedo, sumida en un horror constante que hace temblar
Ya no ansias nada, ya nada te importa,
sólo esperas que definitivamente caiga el sol
Y caer en un sueño profundo del cual
soñarás no soñar ni despertar jamás
Sé que yo no soy tú, que no puedo estar en tu lugar,
que las heridas abiertas nunca cicatrizarán,
que cada día que pasa mueres un poco más,
pero ambos sabemos que él ha de expirar
Haz que brote tu ira, libérate y ponle final
Que sienta tu rabia, que sienta tu odio, que no pase un día más
Empuña el arma de la dignidad
a la que te ves sometida y para la que no encuentras retorno en tu interior
Tu silencio yace roto por las lágrimas que eres incapaz de derramar,
atenazada por el miedo, sumida en un horror constante que hace temblar
Ya no ansias nada, ya nada te importa,
sólo esperas que definitivamente caiga el sol
Y caer en un sueño profundo del cual
soñarás no soñar ni despertar jamás
Sé que yo no soy tú, que no puedo estar en tu lugar,
que las heridas abiertas nunca cicatrizarán,
que cada día que pasa mueres un poco más,
pero ambos sabemos que él ha de expirar
Haz que brote tu ira, libérate y ponle final
Que sienta tu rabia, que sienta tu odio, que no pase un día más
Empuña el arma de la dignidad