Dijo ella* ante la muerte:
ahora que tú vienes,
vieja indeseable,
he aprendido a vivir.
Las cosas más importantes,
con cierta frecuencia,
nos llegan muy tarde,
!ya no tienen remedio!.
Que la vida es jodida,
nadie lo duda
y la parca no tiene
pinta de ser un chollo.
Me aplico a la tarea
de ser un buen equilibrista,
solista en tu orquesta,
virtuoso en tu cuerpo.
Si me caigo, aprendo,
si aún respiro, lucho,
me abandono a este segundo.
Y en las largas noches,
del invierno vivo,
en tu casa del olvido.
Un susurro de abandono,
en tu casa del olvido.
Dijo ella* ante la muerte:
ahora que tú vienes,
vieja indeseable,
he aprendido a vivir.
Las cosas más importantes,
con cierta frecuencia,
nos llegan muy tarde,
!ya no tienen remedio!.
Que la vida es jodida,
nadie lo duda
y la parca no tiene
pinta de ser un chollo.
Me aplico a la tarea
de ser un buen equilibrista,
solista en tu orquesta,
virtuoso en tu cuerpo.
Si me caigo, aprendo,
si aún respiro, lucho,
me abandono a este segundo.
Y en las largas noches,
del invierno vivo,
en tu casa del olvido.
Un susurro de abandono,
en tu casa del olvido.
En tu casa del olvido.
ahora que tú vienes,
vieja indeseable,
he aprendido a vivir.
Las cosas más importantes,
con cierta frecuencia,
nos llegan muy tarde,
!ya no tienen remedio!.
Que la vida es jodida,
nadie lo duda
y la parca no tiene
pinta de ser un chollo.
Me aplico a la tarea
de ser un buen equilibrista,
solista en tu orquesta,
virtuoso en tu cuerpo.
Si me caigo, aprendo,
si aún respiro, lucho,
me abandono a este segundo.
Y en las largas noches,
del invierno vivo,
en tu casa del olvido.
Un susurro de abandono,
en tu casa del olvido.
Dijo ella* ante la muerte:
ahora que tú vienes,
vieja indeseable,
he aprendido a vivir.
Las cosas más importantes,
con cierta frecuencia,
nos llegan muy tarde,
!ya no tienen remedio!.
Que la vida es jodida,
nadie lo duda
y la parca no tiene
pinta de ser un chollo.
Me aplico a la tarea
de ser un buen equilibrista,
solista en tu orquesta,
virtuoso en tu cuerpo.
Si me caigo, aprendo,
si aún respiro, lucho,
me abandono a este segundo.
Y en las largas noches,
del invierno vivo,
en tu casa del olvido.
Un susurro de abandono,
en tu casa del olvido.
En tu casa del olvido.