Se desangran cada vez, más opciones,
de respirar sin caer.
Y lo tienen todo enlatado, para limpiar de sangre sus manos,
para no dejar huella en la pared.
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
Se reduce la esencia del ser a la pura inercia,
de dispararnos todos en la sien.
Terrorismo también es la manipulación,
controlar a las masas por televisión
para que pienses que no hay nada que hacer.
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
"Miles de personas buscando en la basura un trozo de dignidad que les devuelva la vida que les arrebatamos cada día.
Viendo las pistolas apuntar a las cabezas de sus hijos como si de delincuentes sanguinarios se tratase.
Bajo esa presión, sentirse perseguido, traicionado y acorralado es tan común que acaba convirtiéndose en una forma de vivir.
Criminalizados por un poder que dicta su sentencia, aunque vuestro único delito haya sido nacer en el lugar equivocado..."
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
Nos están matando...
de respirar sin caer.
Y lo tienen todo enlatado, para limpiar de sangre sus manos,
para no dejar huella en la pared.
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
Se reduce la esencia del ser a la pura inercia,
de dispararnos todos en la sien.
Terrorismo también es la manipulación,
controlar a las masas por televisión
para que pienses que no hay nada que hacer.
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
"Miles de personas buscando en la basura un trozo de dignidad que les devuelva la vida que les arrebatamos cada día.
Viendo las pistolas apuntar a las cabezas de sus hijos como si de delincuentes sanguinarios se tratase.
Bajo esa presión, sentirse perseguido, traicionado y acorralado es tan común que acaba convirtiéndose en una forma de vivir.
Criminalizados por un poder que dicta su sentencia, aunque vuestro único delito haya sido nacer en el lugar equivocado..."
Esclavos de la vanidad, nos van arrinconando,
comprados con el bienestar, felicidad de contrabando,
sumisos a su voluntad.
Es que no ves que está pasando, nos están matando.
Nos están matando...