Gabino Barrera no entiende a razones andando en la borrachera, cargaba pistolas con seis cargadores, le daba gusto a cualquiera. Usaba el bigote en cuadro abultado, su paño al cuello enredado, canciones de manta, chamarra de cuero, traía punteado el sombrero. Sus pies campesinos usaban guareces que a veces a raiz andaban, pero le cuadraba pagar los mariachis, la plata no le importaba. Con una botella de caña en la mano gritaba ¡viva zapata!,porque era aranceno el indio suriano, hijo de muy buena mata. Era alto y bien dado, muy ancho de espalda, su rostro mal enganchado, su negra mirada un aire le daba al buitre de la montaña. Gabino Barrera dejaba mujeres con hijos por dondequiera, por eso los pueblos por donde se paseaba se la tenian sentenciada. Recuerdo la noche que lo asesinaron, venía de ver a su amada, dieciocho descargas de moser sonaron sin darle tiempo de nada. Gabino Barrera con todo y caballo cayó por la balacera, la cara de ese hombre revolucionrio cayó besando la tierra.