Tengo una debilidad,
¡ay qué calamidad!,
mi vida es un disgusto.
Tengo una debilidad,
no sé qué pasará
si no me doy el gusto.
Pero qué calamidad,
vergüenza ya me da
las cosas que me pasan.
Yo no sé qué voy a hacer,
o me curo de este mal
o me voy a enloquecer.
Tengo, tengo, tengo.
Tengo una debilidad,
tú lo sabes muy bien,
estás muy enterada.
Tengo una debilidad,
no se puede ocultar,
lo llevo en la mirada;
y esta gran debilidad,
será lo que será,
por mucho o por nada.
Yo no sé qué voy a hacer,
o me curo de este mal,
o me voy a enloquecer.
. . . . . . . . . . .
¡Ay, qué debilidad!
¡ay qué calamidad!,
mi vida es un disgusto.
Tengo una debilidad,
no sé qué pasará
si no me doy el gusto.
Pero qué calamidad,
vergüenza ya me da
las cosas que me pasan.
Yo no sé qué voy a hacer,
o me curo de este mal
o me voy a enloquecer.
Tengo, tengo, tengo.
Tengo una debilidad,
tú lo sabes muy bien,
estás muy enterada.
Tengo una debilidad,
no se puede ocultar,
lo llevo en la mirada;
y esta gran debilidad,
será lo que será,
por mucho o por nada.
Yo no sé qué voy a hacer,
o me curo de este mal,
o me voy a enloquecer.
. . . . . . . . . . .
¡Ay, qué debilidad!