Cuando el cántaro se rompe
y no hay monedas en la fuente,
cuando uno se despierta
y ya no es indiferente.
Y no existen los destinos,
ni siquiera los divinos,
desafinan los metales,
sin principios ni finales.
La ciudad se queda sola
y nadie me da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)
Cuando te quedas adentro
mientras se derrite el centro,
siempre hay alguien al costado
sin aire acondicionado.
Y no existen los relojes,
el verano esta caliente,
desafinan los pianos,
como todos los veranos.
La ciudad se queda sola
y nadie te da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)
Y no existen los destinos,
ni siquiera los divinos,
desafinan los metales,
sin principios ni finales.
La ciudad se queda sola
y nadie, nadie, nadie te da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)
y no hay monedas en la fuente,
cuando uno se despierta
y ya no es indiferente.
Y no existen los destinos,
ni siquiera los divinos,
desafinan los metales,
sin principios ni finales.
La ciudad se queda sola
y nadie me da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)
Cuando te quedas adentro
mientras se derrite el centro,
siempre hay alguien al costado
sin aire acondicionado.
Y no existen los relojes,
el verano esta caliente,
desafinan los pianos,
como todos los veranos.
La ciudad se queda sola
y nadie te da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)
Y no existen los destinos,
ni siquiera los divinos,
desafinan los metales,
sin principios ni finales.
La ciudad se queda sola
y nadie, nadie, nadie te da bola.
Hoy es hoy,
ayer fue hoy, ayer.
(BIS)