Tu lado del colchón,
lo ocupa la guitarra
que canta esta canción,
sentimientos codificados
que solo entendemos tú y yo.
Un la, un fa y un sol,
buscan la razón
de por qué me dejaste,
robándome el corazón.
Pegajoso abrazo del sucio amor,
por los jadeos alimentado,
mezcla de sabores robados al mar,
aquella noche, en que yo,
empecé a ser hombre.
Imborrables olores
almacenados en mi cerebro
¡¡me asaltan!!
en las noches de agosto
cuando recuerdo
cómo miraban tus ojos.
He vuelto...,
buscando esos labios acariciados
durante solo un instante,
un instante antes del alba,
esperando me devuelvan
el calor de la sonrisa
que me lleva a creer
que eres mi Arlekina,
mi birra, mi sed...
Y hoy, hoy no pasará
y el sol se quedará dormío,
pa no estropear el cantar
de dos corazones al compás,
dos silencios y un latío...
lo ocupa la guitarra
que canta esta canción,
sentimientos codificados
que solo entendemos tú y yo.
Un la, un fa y un sol,
buscan la razón
de por qué me dejaste,
robándome el corazón.
Pegajoso abrazo del sucio amor,
por los jadeos alimentado,
mezcla de sabores robados al mar,
aquella noche, en que yo,
empecé a ser hombre.
Imborrables olores
almacenados en mi cerebro
¡¡me asaltan!!
en las noches de agosto
cuando recuerdo
cómo miraban tus ojos.
He vuelto...,
buscando esos labios acariciados
durante solo un instante,
un instante antes del alba,
esperando me devuelvan
el calor de la sonrisa
que me lleva a creer
que eres mi Arlekina,
mi birra, mi sed...
Y hoy, hoy no pasará
y el sol se quedará dormío,
pa no estropear el cantar
de dos corazones al compás,
dos silencios y un latío...