Yo solía ser mileurista precario,
levantarme a las siete, currar de obrerete, acabar reventado;
pero me depilé la pechera y el cerebro,
y ahora gano millones contando con quién voy poniendo los cuernos.
Y me dice mi mama "¡te he visto por la tele!,
¡ay, qué bien que has salido! que dice la gente ¡qué guapo es mi nene!".
Y lo peor de todo es que yo me lo creo,
a pesar de saber que siempre he sido un burro y un adefesio.
Déjame que te cuente lo que son las cosas,
déjame que te cuente mi mísera vida pintada de rosa,
déjame que te venda mi carnaza al peso,
hazme un hueco en tu programa, chico,
antes de quedarme tieso.
Yo solía ahorrar más o menos todo el año
para pasar quince días de asueto en la casa de algún cuñado;
pero ya me dí cuenta que, aunque no es muy honrado,
es mejor ser un jeta, chupar de la teta y no pegar ni clavo.
Yo que me crie en los Carabancheles,
y lo más lejos que he ido en toda mi vida ha sido a la Cibeles;
y hace ya más de un año que no piso mi barrio
y ahora la caipiriña es la que me fija todos los horarios.
Que te voy a contar lo bien que me va viviendo en Miami,
las desgracias que me pasan cuando voy de bar en bar montado en mi Ferrarri.
levantarme a las siete, currar de obrerete, acabar reventado;
pero me depilé la pechera y el cerebro,
y ahora gano millones contando con quién voy poniendo los cuernos.
Y me dice mi mama "¡te he visto por la tele!,
¡ay, qué bien que has salido! que dice la gente ¡qué guapo es mi nene!".
Y lo peor de todo es que yo me lo creo,
a pesar de saber que siempre he sido un burro y un adefesio.
Déjame que te cuente lo que son las cosas,
déjame que te cuente mi mísera vida pintada de rosa,
déjame que te venda mi carnaza al peso,
hazme un hueco en tu programa, chico,
antes de quedarme tieso.
Yo solía ahorrar más o menos todo el año
para pasar quince días de asueto en la casa de algún cuñado;
pero ya me dí cuenta que, aunque no es muy honrado,
es mejor ser un jeta, chupar de la teta y no pegar ni clavo.
Yo que me crie en los Carabancheles,
y lo más lejos que he ido en toda mi vida ha sido a la Cibeles;
y hace ya más de un año que no piso mi barrio
y ahora la caipiriña es la que me fija todos los horarios.
Que te voy a contar lo bien que me va viviendo en Miami,
las desgracias que me pasan cuando voy de bar en bar montado en mi Ferrarri.