Para pagar tu pacto con el diablo
haces trabajos trabajos sucios para dios
sus oficinas comparten el espacio
por eso es que los confundes a los dos.
Ya pasó el tiempo en que te preocupabas
si hacías las cosas para bien o para mal
ya has aprendido que en realidad no importa
tan solo la tiranía del total.
Pagando a plazos la cuota de su muerte
a tu familia de espectros ves pasar
jugando sus propios huesos a la suerte
como si hubiera algún chance de ganar.
Te han prometido lo mismo tantas veces
y hasta con creces que todo va a cambiar
pura cuestión de ruido y pocas nueces
vanas promesas que el viento ha de arrastrar.
Y mientras cruzas la tarde y la avenida
y ángeles cantan que es hora de cerrar
mientras los diablos cuentan su calderilla
por un instante te logras relajar.
Por un momento la luna se retrasa
rasga una astilla de luz la oscuridad
hasta que vuelves de ese rincón del alma
a tu jornada de miedo y soledad.
Por eso aunque caminas cabizbajo
por esta tierra de trueno y de traición
y aunque parezcas un pálido espantajo
dentro germina la flor de insumisión.
Y vendrá un día en que parecido a un loco
a carcajadas te desencajarás
y lo que acumulaste poco a poco
en un caos de fuego explotará.
Y puede que ya luego de ese día
no quede más de ti que un cascarón
por ese rictus de imborrable alegría
demostrará que c**pliste tu misión.
Infiernoamérica, sicópata y esotérica
Infiernoamérica, fantasmagórica y colérica
Infiernoamérica, prolífica y cadavérica
Infiernoamérica, subterráneo-estratosférica
Infiernoamérica...
haces trabajos trabajos sucios para dios
sus oficinas comparten el espacio
por eso es que los confundes a los dos.
Ya pasó el tiempo en que te preocupabas
si hacías las cosas para bien o para mal
ya has aprendido que en realidad no importa
tan solo la tiranía del total.
Pagando a plazos la cuota de su muerte
a tu familia de espectros ves pasar
jugando sus propios huesos a la suerte
como si hubiera algún chance de ganar.
Te han prometido lo mismo tantas veces
y hasta con creces que todo va a cambiar
pura cuestión de ruido y pocas nueces
vanas promesas que el viento ha de arrastrar.
Y mientras cruzas la tarde y la avenida
y ángeles cantan que es hora de cerrar
mientras los diablos cuentan su calderilla
por un instante te logras relajar.
Por un momento la luna se retrasa
rasga una astilla de luz la oscuridad
hasta que vuelves de ese rincón del alma
a tu jornada de miedo y soledad.
Por eso aunque caminas cabizbajo
por esta tierra de trueno y de traición
y aunque parezcas un pálido espantajo
dentro germina la flor de insumisión.
Y vendrá un día en que parecido a un loco
a carcajadas te desencajarás
y lo que acumulaste poco a poco
en un caos de fuego explotará.
Y puede que ya luego de ese día
no quede más de ti que un cascarón
por ese rictus de imborrable alegría
demostrará que c**pliste tu misión.
Infiernoamérica, sicópata y esotérica
Infiernoamérica, fantasmagórica y colérica
Infiernoamérica, prolífica y cadavérica
Infiernoamérica, subterráneo-estratosférica
Infiernoamérica...