Tu piel ligada al hueso se perdió en la tierra.
La lágrima, el poema y el recuerdo
están labrando sobre el fuego el canto de la muerte,
con ametralladoras doradas desde ti.
Y aquí, a cada noche, se busca en tus libros
el justo propósito de toda acción,
y se abre tu memoria a todo el que renace,
pero nunca falta alguien que te alce en un altar.
Y haga leyenda tu imagen formadora,
y haga imposible el sueño de alcanzarte,
y aprenda algunas de tus frases de memoria,
para decir: "seré como él", sin conocerte.
Y lo pregone sin pudor, sin sueños, sin amor, sin fe.
Y pierdan tus palabras sentido de respeto.
Así el hombre que nace cubierto de tu flor.
Algún poeta dijo, y sería lo más justo,
desde hoy nuestro deber es defenderte de ser Dios.
La lágrima, el poema y el recuerdo
están labrando sobre el fuego el canto de la muerte,
con ametralladoras doradas desde ti.
Y aquí, a cada noche, se busca en tus libros
el justo propósito de toda acción,
y se abre tu memoria a todo el que renace,
pero nunca falta alguien que te alce en un altar.
Y haga leyenda tu imagen formadora,
y haga imposible el sueño de alcanzarte,
y aprenda algunas de tus frases de memoria,
para decir: "seré como él", sin conocerte.
Y lo pregone sin pudor, sin sueños, sin amor, sin fe.
Y pierdan tus palabras sentido de respeto.
Así el hombre que nace cubierto de tu flor.
Algún poeta dijo, y sería lo más justo,
desde hoy nuestro deber es defenderte de ser Dios.