Soy de un lugar donde cuecen el pan
a la orilla de un sueño que lucha el amor.
Tengo del negro y de España su luz
y una historia bien corta que se hace sentir.
Vengo del centro del mar,
siento el sur mas que el norte
y el rojo me cruza la sien.
Soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté,
aunque la noche cubra el cielo y haya crisis con la fé,
soy de donde soy, de donde habita el corazón,
donde se sueña con palomas y se muere por amor.
Sé de la mano tendida al pasar,
de la mano que ofrezco sin mucho girar,
sé de caminos de vidrio y neón
tan veloces que al cabo han perdido el andar.
Sé que no hay sueño
barato, ni gris,
ni riqueza que brote de un cuerno feliz.
Soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté,
aunque la noche cubra el cielo y haya crisis con la fé,
soy de donde soy, de donde habita el corazón,
donde se sueña con palomas y se muere por amor.
Cuento con armas que de imaginar
quienes tienen mi patio podrían enfermar,
cuento, repito, con la soledad de mi sangre,
mi gente, mi brio y mi verdad.
Cuento con ese país del amor,
cuyas alas se extienden por cuanto lugar.
Pero soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté
aunque la noche cubra el cielo y haya cirsis con la fé...
a la orilla de un sueño que lucha el amor.
Tengo del negro y de España su luz
y una historia bien corta que se hace sentir.
Vengo del centro del mar,
siento el sur mas que el norte
y el rojo me cruza la sien.
Soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté,
aunque la noche cubra el cielo y haya crisis con la fé,
soy de donde soy, de donde habita el corazón,
donde se sueña con palomas y se muere por amor.
Sé de la mano tendida al pasar,
de la mano que ofrezco sin mucho girar,
sé de caminos de vidrio y neón
tan veloces que al cabo han perdido el andar.
Sé que no hay sueño
barato, ni gris,
ni riqueza que brote de un cuerno feliz.
Soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté,
aunque la noche cubra el cielo y haya crisis con la fé,
soy de donde soy, de donde habita el corazón,
donde se sueña con palomas y se muere por amor.
Cuento con armas que de imaginar
quienes tienen mi patio podrían enfermar,
cuento, repito, con la soledad de mi sangre,
mi gente, mi brio y mi verdad.
Cuento con ese país del amor,
cuyas alas se extienden por cuanto lugar.
Pero soy de donde soy, aunque me encuentre donde esté
aunque la noche cubra el cielo y haya cirsis con la fé...