Rasgando las horas
Ahogados de luz
Cansados de mil palabras
Promesas vanas
Promesas más dulces que la madrugada
Persianas bajas que espían sin ver
Con ojos dulces de estrellas
Rodillas moradas de arrastrar los pies
Y dormir en las veredas
No hay nada más que hablar
Nada más, solo, sin fe
Sin más que creer
Ciegos de tanto volver
Desechos de sueños dormidos de pie
Reptando a la brisa del día
La espuma de noches sin amanecer
Asfixiando en cada esquina
Rasgando las horas ahogados de luz
Cansados de mil palabras
Promesas vanas,
Promesas más dulces que la madrugada
No hay nada más que hablar
Nada más,
Solo, sin fe, sin más que creer
Ciegos de tanto volver
Dejame saber qué lejos estas
Dejame sentir fuera de lugar un sábado
Nada más.
Qué puedo perder,
Qué puedo ganar,
Qué puedo decir,
Qué puedo callar,
En sábados
Que hacen llorar
Ahogados de luz
Cansados de mil palabras
Promesas vanas
Promesas más dulces que la madrugada
Persianas bajas que espían sin ver
Con ojos dulces de estrellas
Rodillas moradas de arrastrar los pies
Y dormir en las veredas
No hay nada más que hablar
Nada más, solo, sin fe
Sin más que creer
Ciegos de tanto volver
Desechos de sueños dormidos de pie
Reptando a la brisa del día
La espuma de noches sin amanecer
Asfixiando en cada esquina
Rasgando las horas ahogados de luz
Cansados de mil palabras
Promesas vanas,
Promesas más dulces que la madrugada
No hay nada más que hablar
Nada más,
Solo, sin fe, sin más que creer
Ciegos de tanto volver
Dejame saber qué lejos estas
Dejame sentir fuera de lugar un sábado
Nada más.
Qué puedo perder,
Qué puedo ganar,
Qué puedo decir,
Qué puedo callar,
En sábados
Que hacen llorar