Se quedó la tostadora puesta.
Todas las piedras y el sedal que las engarza
se dirigen a tu amiga Audrey,
a tu amiga Audrey.
Viene del electrodoméstico
un olor a panes volcánicos,
a vinos satánicos,
a vinos satánicos.
Del cuchillo las pesetas
del jamón que chupas.
Ya no me sirves,
ya no me sirves el café.
Tostadora puesta,
puesto el sol, tú solo apuesta.
Ponche en el jardín,
o el botiquín, colonia pura.
¿Qué va a tomar usted?
Tardes de peluche,
pocos quedan que te escuchen.
Crece el césped,
no tendrá mejor que hacer,
no tendrá mejor que hacer.
No hay diamantes bajo las aceras
salvo en el Iter Sopena,
salvo en el Iter Sopena.
Toda la manzana está quemada,
ni con palos, ni pinchada,
como el algodón de azúcar para las heridas.
Tostadora puesta,
puesto el sol, tú solo apuesta.
Ponche en el jardín,
o el botiquín, colonia pura.
¿Qué va a tomar usted?
Todas las piedras y el sedal que las engarza
se dirigen a tu amiga Audrey,
a tu amiga Audrey.
Viene del electrodoméstico
un olor a panes volcánicos,
a vinos satánicos,
a vinos satánicos.
Del cuchillo las pesetas
del jamón que chupas.
Ya no me sirves,
ya no me sirves el café.
Tostadora puesta,
puesto el sol, tú solo apuesta.
Ponche en el jardín,
o el botiquín, colonia pura.
¿Qué va a tomar usted?
Tardes de peluche,
pocos quedan que te escuchen.
Crece el césped,
no tendrá mejor que hacer,
no tendrá mejor que hacer.
No hay diamantes bajo las aceras
salvo en el Iter Sopena,
salvo en el Iter Sopena.
Toda la manzana está quemada,
ni con palos, ni pinchada,
como el algodón de azúcar para las heridas.
Tostadora puesta,
puesto el sol, tú solo apuesta.
Ponche en el jardín,
o el botiquín, colonia pura.
¿Qué va a tomar usted?