Con los trapos sucios, qué poco te pega.
No se expresó Confucio de esta manera.
Tu mal tiene remedio, ¿por qué te quejas?
Al final el tedio y el ajuste de cuentas.
Te leo y te escucho, y me falta el aire.
Soy malo, soy muy burro, como tú no hay nadie.
Muy bien conoces las soluciones,
no daré yo coces con dos cojones.
En campo, playa y trenes, en los lavabos del avión.
Si eso no es quererte, ¿qué es lo que hice yo?
Escribiré mil veces en un libro que tú eres la buena,
tú eres la buena.
Escribiré, pues nada habrá mejor que tu condena.
Me mantendré frío y así sine die.
Ya anda cerca el tío que a ti te líe.
Diez años a la sombra puliendo cera,
escribiendo y sin alondra que vuele a mi vera.
¿Te acuerdas de Bolonia detrás de las vacas?
Dejamos la memoria en polvos de nácar.
Escribiré mil veces en un libro que tú eres la buena,
tú eres la buena.
Escribiré, pues nada habrá mejor que tu condena.
No se expresó Confucio de esta manera.
Tu mal tiene remedio, ¿por qué te quejas?
Al final el tedio y el ajuste de cuentas.
Te leo y te escucho, y me falta el aire.
Soy malo, soy muy burro, como tú no hay nadie.
Muy bien conoces las soluciones,
no daré yo coces con dos cojones.
En campo, playa y trenes, en los lavabos del avión.
Si eso no es quererte, ¿qué es lo que hice yo?
Escribiré mil veces en un libro que tú eres la buena,
tú eres la buena.
Escribiré, pues nada habrá mejor que tu condena.
Me mantendré frío y así sine die.
Ya anda cerca el tío que a ti te líe.
Diez años a la sombra puliendo cera,
escribiendo y sin alondra que vuele a mi vera.
¿Te acuerdas de Bolonia detrás de las vacas?
Dejamos la memoria en polvos de nácar.
Escribiré mil veces en un libro que tú eres la buena,
tú eres la buena.
Escribiré, pues nada habrá mejor que tu condena.