"A ver cari, mañana, o sea, vamos a comer con mis padres, acuerdate ¿eh? O sea, apúntalo en el movil o lo que quieras, pero tú, acuérdate, ¿vale? Ah, y ponte los pantalones de..."
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Como ella no hay nadie, ella te dice lo que tienes que llevar, ella quiere que estés guapo, que la vean sus amigas de tu mano, no sé porqué, pero es así, ¿o no?
Ella dice que te afeites cada día, no quiere que le rasques y estropees su mejilla, ay niña, ¿en qué es lo que quedamos? Si quieres mis besos tenemos que tocarnos. Ella piensa que tú eres su juguete, que estás disponible si a ella le apetece, ella sabe que no vas a ningún sitio si antes no le llamas para pedirle permiso.
Y no vayas de compras con ella si no quieres convertirte en su perchero, y para echar más de una hora probándoselo todo y al final sólo pillarse un vaquero. Estoy hasta aquí de sus charlas, te lo juro, ya no sé como aguantarle, ya no sé qué decir, qué hacer, llega un punto en que su voz no para de rallarme.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Si al final es c**pa mía, eso me pasa por listo y buscarme una chica como ella, ella todo que siempre lo organiza, no pienses en salir con tus colegas e ir de fiesta. Ella quiere que el domingo no hagas plan y vayas a comer con ella y sus papás, ella te da las instrucciones para que te portes bien y su papi piense que te la quieres tirar, ¿¡quién yo!? Ella me echa una sonrisa y empieza con su rollo de lo que se va a poner, de lo que van a comer, de lo que voy a llevar yo puesto. Ella me dice que lo elije, por supuesto, ella se enfada si no acepto. Ella me dice ¿¡a dónde vas con esos pelos!?
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Hoy toca cuidar de su querido hermanito, ese salvaje diablo pequeñito, ella me cuenta que su ídolo es Shin Chan y el niño no hace nada más que enseñar el pito. Al parque lo tenemos que llevar, para arriba y para abajo lo tengo que columpiar, y de repente sin querer lo empujo demasiado y parece que el chaval se va a pagar, ¡por los pelos! Y ya lo ves a ese niño por los suelos, y ya la ves a ella cara de cabreo, y ya me ves a mí otra vez aguantando esa bronca, esa charla de nuevo.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Como ella no hay nadie, ella te dice lo que tienes que llevar, ella quiere que estés guapo, que la vean sus amigas de tu mano, no sé porqué, pero es así, ¿o no?
Ella dice que te afeites cada día, no quiere que le rasques y estropees su mejilla, ay niña, ¿en qué es lo que quedamos? Si quieres mis besos tenemos que tocarnos. Ella piensa que tú eres su juguete, que estás disponible si a ella le apetece, ella sabe que no vas a ningún sitio si antes no le llamas para pedirle permiso.
Y no vayas de compras con ella si no quieres convertirte en su perchero, y para echar más de una hora probándoselo todo y al final sólo pillarse un vaquero. Estoy hasta aquí de sus charlas, te lo juro, ya no sé como aguantarle, ya no sé qué decir, qué hacer, llega un punto en que su voz no para de rallarme.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Si al final es c**pa mía, eso me pasa por listo y buscarme una chica como ella, ella todo que siempre lo organiza, no pienses en salir con tus colegas e ir de fiesta. Ella quiere que el domingo no hagas plan y vayas a comer con ella y sus papás, ella te da las instrucciones para que te portes bien y su papi piense que te la quieres tirar, ¿¡quién yo!? Ella me echa una sonrisa y empieza con su rollo de lo que se va a poner, de lo que van a comer, de lo que voy a llevar yo puesto. Ella me dice que lo elije, por supuesto, ella se enfada si no acepto. Ella me dice ¿¡a dónde vas con esos pelos!?
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Hoy toca cuidar de su querido hermanito, ese salvaje diablo pequeñito, ella me cuenta que su ídolo es Shin Chan y el niño no hace nada más que enseñar el pito. Al parque lo tenemos que llevar, para arriba y para abajo lo tengo que columpiar, y de repente sin querer lo empujo demasiado y parece que el chaval se va a pagar, ¡por los pelos! Y ya lo ves a ese niño por los suelos, y ya la ves a ella cara de cabreo, y ya me ves a mí otra vez aguantando esa bronca, esa charla de nuevo.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.
Ya lo sé, que sí, mi amor tienes toda la razón.
Otra vez, que sí, estás preciosa como siempre.