Veo un camino de tierra
y a lo lejos veo el tren,
que silba las once.
Veo un corral de gallinas
y el Ford A del treinta y ocho,
avejenta el jardín.
Y veo el árbol que asombra la cuadra
cambiar el aire por hojas.
Los vi salir con el auto
los vi reirse en el pueblo
y el vino blanco
caliente a la vuelta
cegaba más que la noche
Veo la cabeza de Lázaro
rebotando en el suelo
Sus hijas quisieron verlo, yo no,
elijo mis recuerdos.
Veo la canchita vacía
y al aljibe resistir,
entre juncos y ranas.
Veo el almacén y el molino
y al horizonte cargar
a diario ese cielo.
Y el viento trae
secretos, palabras,
de los vecinos de siempre
Los vi salir con el auto
los vi reirse en el pueblo
y el vino blanco caliente a la vuelta
cegaba más que la noche
Veo la cabeza de Lázaro
rebotando en el suelo
Sus hijas quisieron verlo, yo no,
elijo mis recuerdos.
y a lo lejos veo el tren,
que silba las once.
Veo un corral de gallinas
y el Ford A del treinta y ocho,
avejenta el jardín.
Y veo el árbol que asombra la cuadra
cambiar el aire por hojas.
Los vi salir con el auto
los vi reirse en el pueblo
y el vino blanco
caliente a la vuelta
cegaba más que la noche
Veo la cabeza de Lázaro
rebotando en el suelo
Sus hijas quisieron verlo, yo no,
elijo mis recuerdos.
Veo la canchita vacía
y al aljibe resistir,
entre juncos y ranas.
Veo el almacén y el molino
y al horizonte cargar
a diario ese cielo.
Y el viento trae
secretos, palabras,
de los vecinos de siempre
Los vi salir con el auto
los vi reirse en el pueblo
y el vino blanco caliente a la vuelta
cegaba más que la noche
Veo la cabeza de Lázaro
rebotando en el suelo
Sus hijas quisieron verlo, yo no,
elijo mis recuerdos.