Recuerdo el muelle opaco,
mi pecho como fragua,
una nave inflexible flotando
en el hechizo de las luces
que giran sobre el fulgor
del agua amarga y tierna
de este feroz Valparaíso.
Recuerdo tu silueta
parada sobre el puente,
y me recuerdo solo
y desecho en el asfalto
con una red de surcos
rompiéndome la frente
y el corazón quebrado
por tu luz desde lo alto.
Recuerdo tu pequeño
pañuelo tiritando,
como un pájaro herido
sangrando en pleno vuelo,
y tu intensa y secreta
mirada contemplando
el derrumbe infinito
de mi alma bajo el cielo.
Te recuerdo entre cuernos
de neblina gimiendo,
y otra vez tu pañuelo
y tus dos ojos zarcos,
y la rabia incansable
de mi cuerpo rugiendo
al infame horizonte
donde mueren los barcos.
mi pecho como fragua,
una nave inflexible flotando
en el hechizo de las luces
que giran sobre el fulgor
del agua amarga y tierna
de este feroz Valparaíso.
Recuerdo tu silueta
parada sobre el puente,
y me recuerdo solo
y desecho en el asfalto
con una red de surcos
rompiéndome la frente
y el corazón quebrado
por tu luz desde lo alto.
Recuerdo tu pequeño
pañuelo tiritando,
como un pájaro herido
sangrando en pleno vuelo,
y tu intensa y secreta
mirada contemplando
el derrumbe infinito
de mi alma bajo el cielo.
Te recuerdo entre cuernos
de neblina gimiendo,
y otra vez tu pañuelo
y tus dos ojos zarcos,
y la rabia incansable
de mi cuerpo rugiendo
al infame horizonte
donde mueren los barcos.