Hoy el viento ha torcido el paisaje,
los árboles van de lado a lado,
de este a oeste.
Hoy el viento se lleva los males,
los dejará arriba y abajo.
Una historia de un día cualquiera.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo,
buscando el cerrojo que abre tu boca,
que no se equivoca.
Hoy el viento saca lo bueno,
lo eleva, lo enseña, lo marca en el cielo,
y lo veo ahí todo clarísimo.
Soplará y todo lo cambiará,
será un paraíso bajo mi vestido.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo
buscando el cerrojo que abre tu boca,
que no se equivoca.
Hoy el viento ha llegado, ha soplado,
ha arrasado.
¡Ay! El viento que escusa.
Tu viento, llegaste y
te fuiste volando...
¡Ay! Que manía te tengo
cada vez que me soplas.
Mi cuerpo va de lado a lado.
Mi cuerpo va de lado a lado.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo,
buscando el cerrojo que abre tu boca.
Son ganas de probarlo todo
Te golpea hasta cansarlo.
Son ganas de cambiarme
por otro que hable después
de saber pensar.
Te di una oportunidad
y no me pude parar.
Para qué...
Para qué...
No pude parar...
los árboles van de lado a lado,
de este a oeste.
Hoy el viento se lleva los males,
los dejará arriba y abajo.
Una historia de un día cualquiera.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo,
buscando el cerrojo que abre tu boca,
que no se equivoca.
Hoy el viento saca lo bueno,
lo eleva, lo enseña, lo marca en el cielo,
y lo veo ahí todo clarísimo.
Soplará y todo lo cambiará,
será un paraíso bajo mi vestido.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo
buscando el cerrojo que abre tu boca,
que no se equivoca.
Hoy el viento ha llegado, ha soplado,
ha arrasado.
¡Ay! El viento que escusa.
Tu viento, llegaste y
te fuiste volando...
¡Ay! Que manía te tengo
cada vez que me soplas.
Mi cuerpo va de lado a lado.
Mi cuerpo va de lado a lado.
Son grandes despedidas,
de encuentros por sorpresa.
Miradas de reojo,
buscando el cerrojo que abre tu boca.
Son ganas de probarlo todo
Te golpea hasta cansarlo.
Son ganas de cambiarme
por otro que hable después
de saber pensar.
Te di una oportunidad
y no me pude parar.
Para qué...
Para qué...
No pude parar...