Tango
Music: Roberto Rufino
Lyric: Marvil (Elizardo Martínez Vilas)
Quítate el rouge de los labios
que no me marque su sello...
Estoy herido de agravios
y ese rouge es un veneno...
Vení, sentate a mi lado...
¿Por qué te has pintado el pelo?
¿Por qué has tiznado tus ojos?,
si son tus ojos tan negros.
¿No te bastaba un cariño?...
Si me dan ganas de ahogarte,
pero es tan blanco tu cuello
que termino por besarte.
¡Cómo nos cambia la vida!...
Toma ese espejo y mirá...
Vos sos aquella que un día
llevé confiado al altar.
Pero... qué estoy diciendo...
Si la c**pa es solo mía.
Te arranqué de la pobreza
para traerte hasta aquí.
Te hicieron mal las alturas,
toda esa falsa alegría
que destrozó la pureza
de la flor que recogí.
¿Por qué me acerco a tus labios,
si son dos brasas de fuego?
¿Por qué me acerco a tus labios,
si sé que en ellos me quemo?
Salí, salí de mi lado,
mirá el color de tu pelo,
mirá el dolor de tus ojos
que eran más puros que un cielo.
Vos destrozaste mi vida
y, ya ves, por no matarte,
cierro los ojos y sueño
y te veo como antes...
¡Cómo nos cambia la vida!...
Toma ese espejo y mirá...
Vos sos aquella que un día
llevé confiado al altar.
Music: Roberto Rufino
Lyric: Marvil (Elizardo Martínez Vilas)
Quítate el rouge de los labios
que no me marque su sello...
Estoy herido de agravios
y ese rouge es un veneno...
Vení, sentate a mi lado...
¿Por qué te has pintado el pelo?
¿Por qué has tiznado tus ojos?,
si son tus ojos tan negros.
¿No te bastaba un cariño?...
Si me dan ganas de ahogarte,
pero es tan blanco tu cuello
que termino por besarte.
¡Cómo nos cambia la vida!...
Toma ese espejo y mirá...
Vos sos aquella que un día
llevé confiado al altar.
Pero... qué estoy diciendo...
Si la c**pa es solo mía.
Te arranqué de la pobreza
para traerte hasta aquí.
Te hicieron mal las alturas,
toda esa falsa alegría
que destrozó la pureza
de la flor que recogí.
¿Por qué me acerco a tus labios,
si son dos brasas de fuego?
¿Por qué me acerco a tus labios,
si sé que en ellos me quemo?
Salí, salí de mi lado,
mirá el color de tu pelo,
mirá el dolor de tus ojos
que eran más puros que un cielo.
Vos destrozaste mi vida
y, ya ves, por no matarte,
cierro los ojos y sueño
y te veo como antes...
¡Cómo nos cambia la vida!...
Toma ese espejo y mirá...
Vos sos aquella que un día
llevé confiado al altar.