De la punta de aquella montaña se divisa mi tierra donde tengo un cariño tres piedras que me tiene mareado, por las tardes a diario me espera y, como he de casarme con ella, le digo me espere sea diputao'. Para entonces le merco sus nagüas de colita de zorra como la usan las rotas modernas que entraron a la moda y le compro su fortinga, para que parezca gringa, ¡chula se ha de ver mi chata que una vez fue gata de mi buen patrón! Cuando salga elegido a la fuerza votado por el pueblo y presuma de mucho