La imagen de un yonqui en pelota picada,
sangrando como un cerdo, grapado en unas tablas.
¡Joder, qué tétrico, qué sensación!
¡Joder, qué fino el reality show!
Por sombrero, una raspa que le está haciendo trizas
para que se chinche mientras agoniza.
¡Joder, qué gore, qué perversión!
¡Ni Julián Lago lo haría mejor!
Y toda la basca mirando.
Y es cutre y decadente, sangrante y moribundo
pero lo adoran en todo el mundo.
Y agacha la cabeza y le huelen los sobacos.
Yo prefiero a Baco.
La masacre de mal gusto que colgáis en la pared
es digna de un rito vulgar y soez.
No creo que en el mundo haya otra religión
que adore un cadáver en descomposición.
Sobre el hombre blanco pesa una maldición:
creerse el más listo y ser el más bufón.
sangrando como un cerdo, grapado en unas tablas.
¡Joder, qué tétrico, qué sensación!
¡Joder, qué fino el reality show!
Por sombrero, una raspa que le está haciendo trizas
para que se chinche mientras agoniza.
¡Joder, qué gore, qué perversión!
¡Ni Julián Lago lo haría mejor!
Y toda la basca mirando.
Y es cutre y decadente, sangrante y moribundo
pero lo adoran en todo el mundo.
Y agacha la cabeza y le huelen los sobacos.
Yo prefiero a Baco.
La masacre de mal gusto que colgáis en la pared
es digna de un rito vulgar y soez.
No creo que en el mundo haya otra religión
que adore un cadáver en descomposición.
Sobre el hombre blanco pesa una maldición:
creerse el más listo y ser el más bufón.