No es que el silencio haya tomado la palabra
ni que los años pasen sin pedir perdón
ni que la calma sólo sea un mal presagio
ni que le falte aire a tu respiración,
no es eso, no.
No es que los días sean noches sin estrellas
ni que le sobren las agujas al reloj
ni que la huida sea un pájaro sin alas
ni que el deseo sea un sol que se extinguió,
no es eso, no...
lo que sucede es que ya no sucede nada,
no sucede nada, nada, nada, nada
entre tú y yo.
No es que no importe que se avengan los verdugos
a hacer de víctimas de su propia ambición
ni que el delirio de seguir en pie de guerra
haya caído en brazos de la rendición,
no es eso, no.
No es que el demonio sea el dios de la intemperie
campando a todo lo ancho de la iniquidad
ni que se asuma que la vida sea un sueño
de la razón del monstruo de la soledad,
no es eso, no.
no es eso, no...
lo que sucede es que ya no sucede nada,
no sucede nada, nada, nada, nada
entre tú y yo.
ni que los años pasen sin pedir perdón
ni que la calma sólo sea un mal presagio
ni que le falte aire a tu respiración,
no es eso, no.
No es que los días sean noches sin estrellas
ni que le sobren las agujas al reloj
ni que la huida sea un pájaro sin alas
ni que el deseo sea un sol que se extinguió,
no es eso, no...
lo que sucede es que ya no sucede nada,
no sucede nada, nada, nada, nada
entre tú y yo.
No es que no importe que se avengan los verdugos
a hacer de víctimas de su propia ambición
ni que el delirio de seguir en pie de guerra
haya caído en brazos de la rendición,
no es eso, no.
No es que el demonio sea el dios de la intemperie
campando a todo lo ancho de la iniquidad
ni que se asuma que la vida sea un sueño
de la razón del monstruo de la soledad,
no es eso, no.
no es eso, no...
lo que sucede es que ya no sucede nada,
no sucede nada, nada, nada, nada
entre tú y yo.