El bárbaro vino del Oro
con técnicas y fantasías
de la iluminada razón...
Vendía, por ricos tesoros
futuros de mercadería,
cegando la filosofía
de hacer de la vida, pasión.
Procesada en memoria
la trascendencia,
desde el fin de la Historia
nace otra ciencia:
la decadencia.
Atrás han quedado las rosas
de arcadias que fueron espinas
clavadas en el corazón
"Ya no es el por qué de las cosas
la luz de la llama divina"
proclama la luz asesina
de su propia contradicción.
El cuerpo ya no busca el alma
que es una erupción de la mente
en la tumba de la Reflexión...
Por fin ha llegado la calma,
y Oriente ya esta en Occidente;
comprémosle a Dios la patente
y la marca de su Creación.
con técnicas y fantasías
de la iluminada razón...
Vendía, por ricos tesoros
futuros de mercadería,
cegando la filosofía
de hacer de la vida, pasión.
Procesada en memoria
la trascendencia,
desde el fin de la Historia
nace otra ciencia:
la decadencia.
Atrás han quedado las rosas
de arcadias que fueron espinas
clavadas en el corazón
"Ya no es el por qué de las cosas
la luz de la llama divina"
proclama la luz asesina
de su propia contradicción.
El cuerpo ya no busca el alma
que es una erupción de la mente
en la tumba de la Reflexión...
Por fin ha llegado la calma,
y Oriente ya esta en Occidente;
comprémosle a Dios la patente
y la marca de su Creación.