José Pepe Sánchez.
Tristezas me dan
tus quejas, mujer;
profundo dolor,
que dudas de mí.
No hay prueba de amor
que deje entrever
cuánto sufro
y padezco por ti.
La suerte es adversa conmigo,
no deja ensanchar mi pasión.
Un beso me diste un día,
lo guardo en el corazón.
----
Se considera el primer bolero de la historia, escrito por José Pepe Sánchez, en 1985, en plena Guerra de Independencia de Cuba, pero nadie lo conoce fuera de la tierra cubana. Casi nadie lo canta. Nos resultó laborioso encontrar la partitura que hemos respetado al pie de la letra, aunque nos hayamos tomado la libertad de alterar el ritmo primigenio, contagiado de cierto estilo dixie, que le va muy bien. Gracias a nuestros amigos, los músicos de Barcelona, que reseñamos en los créditos, por su esmerado y entusiasta trabajo. Estamos ante una joya de enorme valor histórico musical, que, como ha escrito la profesora Iris M. Zavala, este pasaje se considera la primera gran síntesis vocal de la música cubana.
Tristezas me dan
tus quejas, mujer;
profundo dolor,
que dudas de mí.
No hay prueba de amor
que deje entrever
cuánto sufro
y padezco por ti.
La suerte es adversa conmigo,
no deja ensanchar mi pasión.
Un beso me diste un día,
lo guardo en el corazón.
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Se considera el primer bolero de la historia, escrito por José Pepe Sánchez, en 1985, en plena Guerra de Independencia de Cuba, pero nadie lo conoce fuera de la tierra cubana. Casi nadie lo canta. Nos resultó laborioso encontrar la partitura que hemos respetado al pie de la letra, aunque nos hayamos tomado la libertad de alterar el ritmo primigenio, contagiado de cierto estilo dixie, que le va muy bien. Gracias a nuestros amigos, los músicos de Barcelona, que reseñamos en los créditos, por su esmerado y entusiasta trabajo. Estamos ante una joya de enorme valor histórico musical, que, como ha escrito la profesora Iris M. Zavala, este pasaje se considera la primera gran síntesis vocal de la música cubana.