El año 2000
-a la luz de un candil-
los supervivientes
no vean más plan,
que un terrible llan-
to y crujir de dientes,
se puede apostar,
sin menospreciar
a aquellos profetas,
que aseguran que,
el remedio vie-
ne de otros planetas.
Una nueva fe,
a la escala de
nuestro pobre ingenio,
una solución
de ciencia ficción
de cara al milenio:
que un rayo de luz
celeste conduz-
ca al hombre expectante.
¿Quién no ha visto algún
vulgar y común
platillo volante?.
Que hay ovnis y tal
no creo que haga fal-
ta que lo demuestre,
¿cuál es su intención?
esa es la cuestión
del extraterrestre.
No voy a afirmar
que quieran violar
a nuestras hermanas
o implantar aquí,
costumbres así
como americanas.
-a la luz de un candil-
los supervivientes
no vean más plan,
que un terrible llan-
to y crujir de dientes,
se puede apostar,
sin menospreciar
a aquellos profetas,
que aseguran que,
el remedio vie-
ne de otros planetas.
Una nueva fe,
a la escala de
nuestro pobre ingenio,
una solución
de ciencia ficción
de cara al milenio:
que un rayo de luz
celeste conduz-
ca al hombre expectante.
¿Quién no ha visto algún
vulgar y común
platillo volante?.
Que hay ovnis y tal
no creo que haga fal-
ta que lo demuestre,
¿cuál es su intención?
esa es la cuestión
del extraterrestre.
No voy a afirmar
que quieran violar
a nuestras hermanas
o implantar aquí,
costumbres así
como americanas.